Lupin III El Castillo de Cagliostro

rupan_sansei_kariosutoro_no_shiro-729626952-largeHabiendo sido ya responsable de gran parte de la serie de Lupin III (Rupan Sansei, 1971-72), Hayao Miyazaki debutó en el terreno del largometraje con lo que sería la segunda película en pantalla grande del personaje. Lupin III El Castillo de Cagliostro (Rupan Sansei Kariosutoro no Shiro, 1979).

Lupin III, descendiente de Arsenio Lupin y heredero de su profesión. Efectivamente, un ladrón de guante blanco, un conquistador y el protagonista de una serie de aventuras de gran éxito y no solo en el país del sol naciente. En la aventura que nos ocupa todo comienza en el robo a un casino, del que tanto Lupin como su amigo y colaborador Jigen, experto en armas, salen airosos y rodeados, literalmente, de billetes. Lo que parece ser el golpe de sus vidas resulta ser un fiasco, ya que los billetes son falsos aunque de gran calidad. Por lo tanto Lupin decide seguir la pista de los billetes para encontrar la imprenta y los moldes, lo que les acaba llevando al diminuto e imaginario país de Cagliostro.

Allí son testigos de una persecución en coche, una mujer trata de escapar de sus perseguidores y Lupin decide entrar en acción. Dicha persecución comienza a darnos una idea de lo que vamos a ver durante el metraje, una película de aventuras con un ritmo envidiable y una capacidad para sorprendernos que no parece tener fin. Parece ser que hasta el mismo Spielberg considera esa persecución una de las mejores del cine, algo que no sería de extrañar siendo conocida su admiración por el cine japonés. Un rumor no confirmado también apunta a que esta misma película inspiraría en parte el personaje de Indiana Jones, y haciendo una comparación no resulta del todo descabellado sobre todo si analizamos el ritmo de ambas películas. Recordemos que una de las características de Indiana Jones era su comienzo, lo que suponía romper con el esquema habitual de las películas de aventuras y ofreciendo un estallido de acción inicial para presentar al personaje. Algo que también sucede en Lupin III, en el que el personaje se presenta con una huida a toda velocidad del casino.

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Pero más allá de rumores, tenemos una historia en la que el malvado conde parece ser el autor de los billetes falsos, puestos en circulación con el objetivo de desestabilizar la economía mundial, quien además está tras el tesoro de Cagliostro, oculto durante siglos tras un enigmático acertijo y del que parece que la muchacha, a la larga la legítima heredera del reino, tiene la clave en uno de sus dedos, concretamente en el anillo de su familia.

Todo se irá resolviendo tras una larga sucesión de escenas repletas de acción, diversión, paisajes cuidados y una banda sonora que acompaña perfectamente. Un primer ejemplo de lo mucho que nos ha ofrecido Hayao Miyazaki.