«Casa de muñecas», un final alternativo

HELMER.- ¿Separarme de ti? No, no puedo ni pensar en eso.

NORA.- Al principio quizá te sea difícil, pero, con el tiempo, mi recuerdo se hará más y más tenue.

HELMER.- No.

NORA.- No te quedará más remedio que aceptarlo.

HELMER.- Eres mi mujer.

NORA.- Sigues sin comprender.

HELMER.- Ante la ley, ante Dios y ante mí.

NORA.- Es curioso. Mientras yo abandono mi casa de muñecas, tú…

HELMER.- ¡Nora!

NORA.- Tú eres un títere que se ha enredado con sus propios hilos.

HELMER.- ¿Cómo te atreves a insultarme?

NORA.- Únicamente intento vislumbrar la verdad.

HELMER.- ¡La verdad! ¿Acaso te crees ahora filósofa?

NORA.- No, yo no sé quién soy. (Breve pausa.) Pretendo averiguarlo.

HELMER.-Yo te diré qué eres: una necia e insensata, que no sabe lo que le aguarda ahí fuera. Eres una mujer indigna de un caballero como yo. He trabajado como un esclavo todos estos años, mientras tú, manirrota, te entretenías con tus compras. He sido un hombre intachable. Podría haber tenido más de una amante. Oportunidades no me han faltado. Pero me he mantenido firme, porque te quería y te respetaba. Porque eras mi esposa. ¡Y así me lo agradeces!

NORA.- Yo también te he sido fiel.

HELMER.- Ahora me abandonas.

NORA.- Sí.

HELMER.- Con tu huida mancillarás mi nombre. Quieres destruirme por segunda vez, mujer maldita.

NORA.- En absoluto. Quiero dejarte libre.

HELMER.- Nora, regresemos a nuestra casa de muñecas.

NORA.- Es imposible, ¿no lo comprendes?

HELMER.- (Se acerca a ella. De rodillas.) Te lo ruego. Todavía podemos ser felices. Vuelve, muñequita mía. Vuelve con tu titiritero. (Al pronunciar esta palabra, para en seco. Silencio.)

NORA.- Esta noche… Ya soy demasiado mayor para juegos. (Se libera de él. Y se dirige a la puerta.)

HELMER.- (Se levanta.) Nora, no te marches. (NORA se gira hacia él y le sonríe tenuemente. Silencio.) Te lo ordeno. (NORA vuelve a girarse.)

NORA.-  (Vuelve a girarse.) Adiós. (Se dirige hacia la puerta.)

HELMER.- (Se apresura hacia ella.) No lo permitiré. (La alcanza cuando NORA está fuera de escena. La agarra por los hombros, le da la vuelta y la lleva de nuevo adentro. La estrangula. Después del forcejeo, el cuerpo de NORA cae inerte. HELMER se levanta aturdido.) Nora, has conseguido lo que querías. Por fin vas a saber quién eres, hija del diablo.

TELÓN

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