La tercera temporada de Twin Peaks ya está en marcha

Ya es oficial. El rodaje de la tercera temporada de Twin Peaks ha comenzado. Se estima que el programa se estrenará en octubre de 2016, aunque todo depende del tempo del rodaje y la edición, según David Lynch.

Mientras tanto…

«Te entregaré a Harold para que te ponga en lugar seguro.

Espero volver a verte. Ya no puedo seguir sobria.

Me resulta imposible. Tengo que aturdirme«.

Laura Palmer

 

El éxito desorbitado que tuvo la primera temporada de la serie trajo consigo la publicación de tres libros que orbitaban alrededor de Twin Peaks: Autobiografía del agente especial Dale Cooper: Mi vida, mis cintas de Scott Frost, hermano de Mark Frost. Se trataba de una colección de transcripciones de las cintas que Cooper solía grabar. No sólo incluía las célebres grabaciones a su secretaria Diane, sino otras realizadas a lo largo de su vida. Twin Peaks: An Access Guide to the Town es una parodia de las guías de viaje. Llena de humor y anécdotas, contiene todo tipo de informaciones, desde la historia de los nativos de la zona, pasando por la receta de la famosa tarta de cereza, hasta las canciones que podemos encontrar en la máquina de discos del restaurante RR. Por último, Diario secreto de Laura Palmer.

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Jennifer Lynch

Jennifer Lynch, su autora, describe cómo le propusieron el encargo:

«Me llamaron a casa para que me reuniera con mi padre y Mark Frost en casa de Mark. Me llevaron a uno de los cuartos traseros y cerraron la puerta. Y hubo un momento de silencio, antes de decirme que yo era uno de los tres mamíferos que sabría quién era el asesino. Y no diré exactamente qué me dijeron, pero diré que yo era una de las tres personas sonrientes en ese cuarto. Me dieron una lista de personajes para crear en el diario y una serie de ideas acerca de lo que pretendía la serie. Pero lo hermoso de esto fue… [que] me dieron mucha libertad creativa. Y, básicamente, me dijeron: “Estas son las personas que deben ser mencionadas y haz con ellas lo que quieras”. Fue un gran regalo. Construí el personaje de Laura cómo deseaba«[1].

Durante la segunda temporada, el diario de Laura Palmer se hace más presente en la narración de la serie, trasladando a la pantalla algunos de sus fragmentos. Si bien la mayoría de pasajes a los que se hace referencia en el programa fueron escritos por los guionistas, otros surgieron de la pluma de Jennifer Lynch.

En el episodio 12, Donna Hayward relata a Harold Smith un «sueño real«, que compartió con Laura cuando tenían trece años:

«Nos pusimos Laura y yo unas faldas cortas y muy apretadas. Habíamos quedado en el Roadhouse con unos chicos. Se llamaban Josh, Rick y Tim. Ellos tenían veinte años. Eran muy atentos. Nos hacían sentir mayores. Nos propusieron una fiesta y Laura dijo que sí. De pronto, sentí un nudo en el estómago. Pero pensé: «si Laura sube al coche con Rick, yo también iré». Había un arroyo en el bosque y luna llena. Laura empezó a bailar alrededor de los chicos, a mover las caderas. Rick empezó a aplaudir, pero Tim no hacía nada, simplemente miraba. A mí aquello no me gustaba. Y Laura dijo: «pongámonos cómodos». Y nos fuimos quitando la ropa. Laura empezó a besar a Rick y a Josh. Yo no sabía que hacer. Y me fui alejando. Quise echarme a correr, pero no lo hice. Tim se acercó y me besó. Primero en la mano, luego en la boca. Aún siento aquel beso. Sus labios eran cálidos y dulces. Mi corazón daba brincos. Sólo un beso. Nunca más le volví a ver. La primera y única vez que me enamoré«.

La versión de Laura acerca de los mismos acontecimientos es algo distinta:

«Yo estaba bailando, y cuando Donna me vio, me miró como si yo me hubiera vuelto loca. Miró a su alrededor durante un momento; supongo que también quería ser el centro de atención, porque echó un vistazo a su reloj y dijo: «¿Por qué no vamos a nadar desnudos?». […] Fue asombroso. Cuando nos acercamos a ellos debajo del agua, estaban suaves y resbaladizos, aquello fue como estar soñando. Jamás había sentido nada tan bonito y tan parecido a mis fantasías. Todos tenían… la… la… la polla tiesa… supongo que voy a llamarla polla, porque «pene» me suena a libro de educación sexual. Los tres tenían la polla tiesa. […] Tim empezó a tocarle los pechos a Donna, y ella se lo quedó mirando en silencio. Rick no tenía con quién estar, así que le dije: «Puedes acariciarme… pero recuerda que hemos hecho un trato, ¿vale?». Dijo que sí con la cabeza, se metió en el agua, se me acercó y empezó a besarme el pezón. […]   Rick me besó después, y fue tan suave y dulce como Josh, pero tenía una manera distinta de besar. Movía la lengua y los labios de forma diferente, y de vez en cuando hacía una pausa y me mordía muy despacio los labios, como para provocarme.«

Laura finaliza:

«Aunque Donna estuvo allí, no estuvo del mismo modo que yo. No parecía preparada para aquello o para lo que aquello iba a hacerle sentir. No es que haya nada de malo en ello, pero Donna todavía está interesada en ser una buena chica… del principio al fin«[2].

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Laura Palmer con su diario

Jennifer Lynch, que en aquel entonces contaba con veintidós años, realizó un trabajo notable. Supo plasmar la naturaleza de una joven que se iba haciendo mujer a marchas forzadas. Retrató su lucha, sus miedos, su fortaleza y sus debilidades. El lado más oscuro de Laura Palmer, pero también una faceta profundamente humana. Rasgos que en la serie quedaban eclipsados por la fuerza del misterio.

Laura conoce a Harold Smith a través del servicio de comidas a domicilio Meals on Wheels. Harold es un hombre joven que padece agorafobia, una patología que provoca pánico ante los espacios abiertos. Vive recluido en su casa, donde cultiva todo tipo de orquídeas.

«Cree que la muerte está esperando fuera de la puerta de la calle, y que por las noches, lo llama desde allí como si fuera un pájaro«[3].

Laura sabe que puede confiar en él, que se llevará sus secretos a la tumba. Por ello le entrega, poco antes de morir, su diario secreto. Teme que caiga en malas manos.

Ya a primera vista se percibe que Harold es un tipo quebradizo, de infinita sensibilidad. Aunque tímido y respetuoso con los demás, posee en su interior un motor a reacción a punto de estallar. Es un hombre capaz de matar.

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Harold Smith

Laura describe así el microcosmos del joven:

«Es pequeño y está lleno de libros, desde la cisterna del retrete hasta la parte superior de la nevera. Creo que tiene que leer estas historias porque a él rara vez le ocurre nada y no tiene historias propias«[4].

En realidad, Harold Smith se entretiene transcribiendo las historias, los recuerdos y secretos que sus amistades le cuentan. Después, las convierte en novelas. Es una manera de no perder el contacto con el exterior, con la vida que él mismo no puede vivir. Pero, por otro lado, esto lo aísla incluso más, ya que a ojos de sus amigos acaba transformándose en un confesor. Y, como tal, cuanto más callado y más solitario, mejor.

El joven funciona como un catalizador que, del mismo modo, aflora los más altos sentimientos, que extrae las bajezas más humanas de aquellos que lo visitan.

Laura confiesa en su diario:

«Adoro la ternura de Harold, y casi siempre me siento de maravilla en su compañía y cuando pienso en él. Pero a veces me odio a mí misma, más de lo que puedas imaginar, por la excitación que me produce ver la cara asustada de Harold, que debe de ser lo mismo que BOB ve cuando me mira a mí. La presa acorralada… degradada… convertida en juguete«[5].

En su interacción con Harold y con su diario secreto, Laura Palmer revela un carácter bipolar, que la balancea del cielo al infierno.


[1] Entrevista a Jennifer Lynch: Twin Peaks (DVD).

[2] Lynch, Jennifer: Diario secreto de Laura Palmer, páginas 19-20.

[3] Ibídem, página 85.

[4] Ibídem, página 87.

[5] Ibídem, página 88.