Pata Negra: inspiración y locura de los hermanos Amador

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Los tiempos de Veneno

¿Qué puedes hacer cómo artista y cómo músico después de haber pertenecido a un grupo que ha supuesto un antes y después en la historia de la música española como Veneno? Esa misma pregunta se debieron hacer los hermanos Amador a principios de los años 80, cuando decidieron dar rienda suelta a sus inquietudes, formando Pata Negra en el año 1981 tras la separación de caminos con Kiko Veneno.

Procedentes del barrio de las 3.000 viviendas de Sevilla, ambos mamaron desde la cuna la tradición del flamenco, aprendiendo a tocar la guitarra y actuando en la calle desde una edad temprana. El hecho de pertenecer al mundillo desde tan jóvenes, les permitió poder conocer a leyendas del calado de Paco de Lucía o Camarón de la Isla, con el que colaboraron para su mítico disco  “La leyenda del tiempo”.

La respuesta a sus inquietudes la hallaron a través de la “blueslería”, término creado por ellos mismos para definir el cruce entre el flamenco y el blues que pasaría a ser su inequívoca seña de identidad. Sin renunciar a sus raíces flamencas, pero a la vez experimentando cada vez más con la fusión de estilos, demostraron lo bien que podía casar un estilo tan tradicional con el blues, el pop y el rock, o incluso el reggae. Así, los hermanos Amador dieron continuidad con su propio sello de identidad al camino iniciado en Veneno, y que había supuesto un vuelco total a la historia de la música popular de nuestro país.

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Guitar hero!

A lo largo de cuatro discos fundamentales para comprender el devenir musical de esos años tan extremadamente heterogéneos, Pata Negra alcanzaron la cumbre de las bandas fundamentales del rock en España, apoyados en la producción de Ricardo Pachón, con el que ya habían contado anteriormente en Veneno. El listón lo fueron elevando progresivamente desde el inicio, con un excelente disco homónimo de debut con la discográfica Mercury en el año 1981, y en el que el flamenco tradicional y el blues se fusionan para dar lugar a una mezcla original, sin perder parte del influjo que supuso Veneno, pero a la vez sin dejar de sonar absolutamente originales. Ya desde el primer minuto, la compenetración a las guitarras de los hermanos Amador suena simplemente celestial.

En su segundo álbum “Rock gitano” (1982), recuperan una mayor influencia del flamenco, aun sin renunciar por completo al blues, y con una tendencia ligeramente más comercial. Siendo un disco más que correcto, peca por momentos de irregularidad, aunque no por ello deje de contener canciones y momentos de extraordinaria lucidez.

1987: La obra maestra
1987: La obra maestra

En 1986, estrenando discográfica en Nuevos Medios, firman el excelente “Guitarras callejeras”, disco construido únicamente en torno a sus dos guitarras acústicas y sus voces. El resultado es homogéneo y brillante, con dos guitarristas en estado de gracia y con una compenetración sencillamente perfecta, alternando temas ya existentes en su repertorio con nuevas composiciones, produciendo un disco redondo a todas luces, señal inequívoca de que el grupo se hallaba en su mejor momento.

Y llegamos a 1987, cuando la obra culminante de Pata Negra sale a la luz. «Blues de la frontera» supone un hito histórico, a la vez que se confirma como uno de los mejores discos de la década de los 8o. Un disco completamente trascendental, que traspasó las fronteras españolas para convertirse en un disco de culto, en el que se dan la mano con armonía la rumba, el blues, las bulerías, los sonidos acústicos y eléctricos, atreviéndose con otros “palos” como el jazz o el reggae y con un Raimundo Amador en estado de gracia, confirmándose como un auténtico virtuoso de las seis cuerdas.

En plena cresta de la ola, participan en la simpática «Bajarse al moro» (1988) de Fernando Colomo, haciendo de sí mismos en el film, y encargándose de la BSO de la película, que contenía varios de sus temas más reconocibles, además de algunas composiciones nuevas.

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Dias de vino y rosas…y otras cosas!

Años de éxitos, pero también de excesos. Los vaivenes con las drogas terminaron por deteriorar la relación personal entre los hermanos Amador, hasta el punto que en 1989 Raimundo decidió decir basta, abandonando Pata Negra para embarcarse en proyectos más personales. Al menos, como colofón, nos queda la excelente grabación del último concierto de Rafael y Raimundo juntos, recogiendo la actuación en la sala Zeleste de Barcelona el 16 de Febrero de ese año, aunque dicha grabación no saldría a la luz hasta el año 1994. En contraposición a algunos de sus discos de estudio más acústicos, la base de este concierto se sustenta en la guitarra eléctrica de Raimundo, el bajo y la batería.

Ya con Rafael únicamente al frente, y metidos de lleno en la década de los noventa, Pata Negra graba dos álbumes de estudio más: “Inspiración y locura”(1990), y “Como una vara verde” (1994), discos en donde se aprecian retazos de la genialidad de Rafael, que sigue optando por la mezcla de estilos, a la vez que saca a relucir todos sus fantasmas y tormentos personales acumulados durante esos años, generando dos discos que contienen momentos muy brillantes, en especial en el segundo de ellos, pero con un resultado final bastante irregular y desigual.

Discografía:

  • «Pata Negra» (1981). Mercury.
  • «Rock Gitano» (1982). Mercury.
  • «Guitarras Callejeras» (1986). Nuevos Medios.
  • «Blues de la Frontera» (1987). Nuevos Medios.
  • «B.S.O. Bajarse al moro» (1988). Nuevos Medios.
  • «Inspiración y locura» (1990). Nuevos Medios.
  • «Como una vara verde» (1994). BMG Latin.
  • “En directo” (1994). Nuevos Medios.
  • «Rock Gitano Nuevas Mezclas» (1994). Nuevos Medios.
  • «Best of Pata Negra» (1998). Miles.
  • «Pata Negra» (2002). Nuevos Medios.