Comenzamos hoy la recta final comentando selecciones europeas. Más de un tradicionalista os dirá que siendo un mundial que se celebra en Europa será una selección europea la que venza, ya que hasta el día de hoy esto sólo se ha roto en el mundial de Suecia 1958 con la victoria de Brasil. La realidad actual es bastante diferente, hasta finales de los 80 esta aseveración tenía bastante sentido ya que los jugadores sudamericanos no eran tan habituales en nuestro continente y les costaba más aclimatarse. Además estaban más habituados a campos con la hierba muy alta, lo que a su vez dificultaba el juego de los europeos cuando el mundial era en América. Esto todo cambió, como digo, más o menos en los 90 y ya en el 94 pudimos ver un mundial en Estados Unidos con un césped a una altura suficientemente baja como para poder vislumbrar los tobillos de los jugadores, y además en el 90 ya prácticamente todos los grandes jugadores sudamericanos estaban ya en Europa.
Sin embargo, este cambio no se pudo plasmar hasta el último mundial, Brasil 2014, en el que se impuso Alemania… porque fue la mejor. Hasta entonces entre un mundial en Asia, otro en África y el resto en el que el mejor equipo era del mismo continente que en el que se celebraba. Así que si en esta ocasión no gana Brasil o Argentina será, simplemente, porque no han sido los mejores.
Centrándonos ya en esas selecciones más modestas, que en Europa hay unas cuantas, empezamos con Suecia entrando por méritos propios en esta relación. Porque Suecia por tener, tiene un crack de talla mundial como es Zlatan Ibrahimovic pero que no participará en el mundial ¿Por lesión? No, por coherencia. Tras anunciar su adiós a la selección sueca y no participar en la fase de clasificación, Zlatan quiso sumarse al carro recientemente y a su estilo ha estado presionando a la federación y al seleccionador. Sin embargo todo esto pareció quedarse en declaraciones a distintos medios y careció de una petición formal, pero aunque hubiese existido parece que la voluntad de Janne Andersson se hubiese mantenido firme en su negativa.
¿Echaremos de menos a Zlatan? Rotundamente sí, sin duda, porque es un jugador diferente y del que siempre podemos esperar acciones espectaculares y una muestra de su increíble retahíla de recursos a la hora del remate. Al mismo tiempo que lamentamos la ausencia de Zlatan, aplaudimos la coherencia del seleccionador y su idea de construir un grupo sólido dándole protagonismo a los mismos jugadores que habían conseguido eliminar a Italia en la repesca. Las lágrimas de Buffon en aquel partido de vuelta casi lograron ocultar la hazaña de un equipo carente de estrellas y del que vamos a destacar a Marcus Berg, delantero que ha vivido a la sombra de Ibrahimovic y que ahora le llega su oportunidad en el ocaso de su carrera, militando actualmente en el Al-Ain.
De Dinamarca podemos tener la sensación de estar ante un clásico de los mundiales, pero nada más lejos de la realidad. Cuatro apariciones hasta la fecha pero, eso sí, de calidad y siempre con algún jugador de técnica exquisita. Este año no es una excepción y Christian Eriksen parece tener en sus botas las esperanzas de su país en la que será su segunda participación mundialista. Ya estuvo en 2010 con sólo 18 años, llamado por Morten Olsen gracias a su irrupción en el Ajax.
Hoy, ya convertido en una estrella del Tottenham, se espera mucho de él y más teniendo en cuenta que Dinamarca compartirá grupo con Australia, Perú y Francia, lo que da más esperanzas todavía ya que está claro que Dinamarca no ha de sentirse inferior ni contra Australia ni contra Perú. Francia ya será harina de otro costal, pero en el mundial siempre tenemos sorpresas ¿no?