por Arthur Schopenhauer: “La naturaleza, claro está, lo hace todo con miras a la especie y no hace nada en pro del individuo, puesto que aquélla lo es todo y éste no representa nada para ella. Ahora bien, lo que conjeturamos aquí como agente no sería la naturaleza, sino una instancia metafísica, situada más allá de la naturaleza, la cual existe de forma total e indivisa en cada individuo para el que rige todo esto.
Ciertamente, para dilucidar esta cuestión, habría que responder previamente a todas estas preguntas: ¿puede darse un total desacuerdo entre el carácter y el destino de una persona? ¿O es que, en lo principal, cada destino se ciñe a su correspondiente carácter? ¿O es que hay, en último término, una necesidad secreta e inconcebible, comparable a la del autor de un drama, que acaba siempre por casar al uno con el otro? Pero, justamente, no existe una gran claridad en torno a estas cuestiones.”
Con el permiso de Arthur Schopenhauer que se me presentó hace algunas noches en sueños y me alentó a tratar de descubrir los entresijos de esta cuestión: ¿Carácter y destino van unidos?
