L’eixida de Marta Momblant se presenta en el Teatre Joventut

L’eixida (La salida) es el primero de los cinco relatos de mi volumen publicado Dona Lletra Aigua (Mujer Letra Agua) Premio Guillem Nicolau 2022 a las Letras Catalanas en el Aragón. Poco más tarde, en el 2023, la dramatización de L’eixida (La salida) fue seleccionada entre una trentena de otros textos como uno de los tres proyectos de dirección de escena ganadores para ser producidos por el 11avo Ciclo de Lecturas Dramatizadas que organiza la Fundación Romea, AADPC (Asociación de Actores y Directores Profesionales de Cataluña), y AISGE (Artistas Intérpretes, Entidad de Gestión de Derechos de Propiedad Intelectual). Dentro de este marco, L’eixida (La salida) se pudo ver en formato lectura y semi-puesta en escena el 23 de octubre de 2023 en el Teatro Dau al Sec de Barcelona. La acogida del texto y de la propuesta escénica que ya se apuntaba fue excelente.

Acto seguido, los miembros del proyecto nos sentimos muy alentados, nos pusimos a trabajar inmediatamente, y ahora ya podemos ofrecer la producción íntegra del espectáculo acabado. Así pues, el estreno que tiene lugar el 8 de diciembre en el Teatre Juventut de l’Hospitalet de Barcelona a las 19h responde al hecho de haber sido programado el proyecto por su director artístico Josep Lluís Marcè al asistir a la lectura semi-puesta en escena que tuvo lugar hace un año en Dau al Sec, y parecerle el texto bellísimo, así como la dirección de actores y la acertada propuesta escénica en su singularidad. Aunque Marcé se retiraba durante el ejercicio de la programación de la temporada, pasó la cartera de sus recomendaciones a su sucesora Ariadna Cruz Muñoz, quien concretó sin dudarlo la fecha y la contratación del proyecto, una única fecha de exhibición, según política común del Teatre Joventut, tal y como se ve en la cartelera de Barcelona. El trayecto de L’eixida (La salida) en teatro, pues, arrancará aquí.

L’Eixida de Marta Momblant

El público no quedará indiferente ante este texto de nueva escritura creativa, escrito deliberadamente para que se propague delicado y sensible, y sea dicho desde una personalísima puesta en escena, en base a una cuidada dirección de los actores Susana Egea y Xevi Dorca, en un trabajo intenso, profundo y exigente, que ha apostado por una poética teatral de excelencia.

Anteriormente, ya tuvimos un buen augurio con el arranque previo al hacer la presentación de la publicación del volumen premiado Dona Lletra Aigua (Mujer Letra Agua) en la librería ONA Libros, de la calle Pau Claris, 94 de Barcelona, en una Tarde Escénica (18 de marzo de 2023). Allí, ya dirigí fragmentos dramatizados de los cinco relatos, de la compilación premiada, empezando por L’eixida (La salida). Siete actores fantásticos me acompañaron: Pep Planas, Teresa Urroz, Susana Egea, Nuria Badia, Eva Poch, Silvia de la Rosa y Ariadna de Guzmán, con el joven músico trompetista melódico Samuel Sánchez. La recepción del público asistente al escenario de la Bookeria de ONA Libros (60 personas) fue entusiasta, tanto como exitosa fue la venta del libro.

Esta es la tercera vez que recibo el premio Guillem Nicolau, sumando, con este volumen, once publicaciones del mismo filón temático. El Matarranya de los años noventa es el telón de fondo: una microruralia de ficción paradisíaca donde he magnificado conflictos universales perpetuados en el alma humana bajo una paradoja constante: el incesante proseguimiento de su escapismo. Escribo también otras historias a partir de otros filones temáticos y de temas universales que ya se encuentran en otras obras publicadas y premiadas y estrenadas, así como en otras de inéditas y/o en proceso de escritura. Y, en todos los casos, mi obra se significa en una mirada en femenino desde la Post-postmodernidad.

Como tantas otras, L’eixida (La salida) también forma parte del marco Narrativa Poética Dramatizada a partir del cual trabajo y genero mi escritura creativa. Efectivamente, con tal de hacer difusas las distinciones entre géneros literarios, rompo con el canon dramático convencional. Reivindico otra manera de explicar historias y de conmover al público. Me despliego, buscando nuevas voces, desde la palabra escrita, a la palabra dicha, para la escena.

Marta Momblant, autora y directora escénica
Marta Momblant, autora y directora escénica

Además, quiero hacer difusas las fronteras en las geopolíticas lingüísticas, razón por la cual presento también este proyecto fuera de Cataluña para escenarios y públicos no catalanoparlantes, para que, a priori, sea escuchado en su lengua original y, a través de subtítulos, leído en castellano e/o inglés, según sea la lengua mayoritaria del público asistente.

A Marcè (Cap del Negociat d’Equipaments Escènics del Teatre Joventut. Servei de Cultura. Àrea d’Innovació i Cultura), le estaremos siempre eternamente agradecidos porqué se comprometió a asistir a la lectura-semi puesta en escena en el teatro Dau al Sec. Y asistió. Es decir, cumplió con el compromiso que había adquirido; después, dio su reportaje sobre el trabajo que ofrecíamos; fue un reportaje a conciencia, muy halagador y muy favorable para el texto y para la escena; seguidamente, consideró programar el proyecto; lo programó. Punto. Aún a través de Cruz, su sucesora, se hizo lo que se dijo que se haría. Todo ello, un recorrido muy simple, aparentemente. Pero en verdad, muy, muy inverosímil, en nuestras escenas. La realidad es que no sólo no suelen asistir los programadores a los trabajos escénicos de producción precaria y propia, como es el caso de nuestro proyecto, si no que, si alguna vez responden un mail con la invitación (una de cien veces), y afirman que vendrán, más por quitársete de encima que porqué realmente hayan abierto el dossier con la información de la propuesta, ni siquiera se disculpan por finalmente no aparecer por el teatro. Sin lugar a dudas, seguimos en ese consuetudinario proceder de las instituciones escénicas, para las cuales para ser visto en la escena catalana primero hay que ser muy, muy visible (mediático, claro), cosa que nos lleva a la eterna paradoja: cómo conseguir trabajar en teatro en nuestro país en condiciones regulares, si no se da la deferencia de tu existencia en escena. Nótese que no digo ‘condiciones óptimas’ o ‘sindicalizadas’. A conciencia me ciño a decir ‘regulares’, puesto que más allá, nos está vetado, a la plebe teatral; es sólo un derecho de la clase privilegiada, de una minoría —siempre las mismas caras, las mismas voces—, el beneficio y el provecho de los equipamientos escénicos públicos (públicos: ¿no era una adscripción sinónima de todo el mundo…?), convirtiéndose ellos y solamente ellos en la élite de nuestras instituciones teatrales.

Por otro lado, tal como he postulado en la tesis que me ha valido mi reciente doctorado sobre Dramaturgia escénica de mirada en femenino, se trata de poner en cuestión, también, el prisma dominante masculino-heteronormativo. Puesto que, cómo no, ‘ellos’, en su inmensa mayoría, son los que deciden. Y aunque no sean ‘ellos’, las escasas ‘ellas’ están secuestradas en el seno del paradigma patriarcal, con lo cual, nuestro ecosistema teatral canónico se mantiene, garantizado y a buen recaudo, sellado.

L’eixida (La salida), pues, es el primero de los cinco relatos del volumen premiado que trata de la belleza interior de la mujer. Belleza insurgente, escondida, proscrita, insospechada, rebelde, inaccesible, protestaría, indócil, transgresora, insurrecta. La más oculta. En L’eixida (La salida), Ella (Susana Egea encarna el personaje femenino protagonista) nos conmueve con un giro inaudito dentro de su contexto, y en su nombre, el de todas las mujeres, en la plenitud del control de la enigmática fuerza interior que nos caracteriza. El (Xevi Dorca encarna el personaje masculino protagonista), por su parte, intentará defenderse desde el único mundo que le es conocido, el único que le ha sido dado por válido. Un sesgo desde el SXXI hacia realidades rurales nada bucólicas, donde la mujer continúa siendo, más que en cualquier otro lugar, la que sale más mal parada, debido a la ineludible servidumbre doméstica y familiar que la apresa a la familia, a las bestias, a la tierra.

Por lo que a esto concierne, por mi parte, con L’eixida (La salida) pretendo contribuir a detener al heteropatriarcado al poder de la apropiación de un discurso que recientemente usan ‘ellos’ en pro de un ejercicio populista. Efectivamente, tal como se está estrenado esta temporada en Barcelona, con tal de ser panfletariamente políticamente correcto, la apropiación conceptual de un contenido feminista que apenas un año atrás los hombres en la gerencia artística de las instituciones culturales de este país, y la dirección escénica de mayor escaparate, no tenían remota idea de cómo articular, es usado ahora a modo de cebo de públicos. En definitiva, es insultante, como poco. Y lo es debido a que en las grandes y lucrosas escenas dirigidas por hombres —la mayoría, por supuesto—, aun con la apropiación del discurso en pro a un feminismo que ni siquiera entienden, encima del escenario se siguen viendo todos los vestigios sexualizantes tradicionales del poder dominante patriarcal, pensados y hechos por hombres, al servicio de su imaginario masculino. Se trata de una usurpación, ratifico, debido a que en lugar de dejarnos a nosotras las creadoras escénicas el sitio de privilegio en el que están ellos aferrados, siguen siendo ellos, siempre ellos, los que hablan. Hay una única manera radical de acabar con esta usurpación de una vez por todas, y es que nos dejen a las mujeres que conceptualicemos nosotras, que hablemos de todas las cosas, y por encima de todo, de nosotras mismas: que podamos ofrecer nuestra propia luz sobre mitos femeninos, tanto como sobre simples y comunes personajes de a pie femeninos. Que tuviéramos, por fin, la oportunidad de dar nuestro punto de vista, nuestro sesgo de mujeres, la otra mitad de la humanidad, sobre el mundo en el cual vivimos.

Susana Egea

Cómo se puede observar, al contrario de lo que hoy en día está por el mas-media convenientemente extendido, no practico la argumentación políticamente correcta en favor de silenciar las injusticias y evitar desplegar los resentimientos. La ira, una pasión reconocida desde los tiempos clásicos, y su manifestación valiente, desafiante, nos refuerza y nos fortalece.

L’eixida (La salida) es una producción propia. Somos artistas independientes que nos hemos agrupado para llevar a la escena mi texto bajo mi dirección. Muy en sintonía con los tiempos que vivimos de precariedad generalizada, no sólo del sector cultural y específicamente el de las Artes escénicas, sino también de la sociedad en general, hemos llegado hasta la producción íntegra por fases. Es decir, para cuando estrenemos el 8 de diciembre en el Teatre Joventut, contaremos con algo más de un año y medio de trabajo en diversas etapas a nuestras espaldas. Se ha llevado a cabo un proceso de creación minucioso y preciosista, muy a conciencia, para erigir la pieza teatral que se verá ahora ya en escena. He puesto al servicio de mi texto toda la experiencia acumulada en mi trayectoria en la dirección escénica —más de treinta y cinco años—, habiendo dirigido autores clásicos y clásicos contemporáneos en inglés, castellano y catalán. Se ha tratado, realmente, de un proceso de creación escénica, y mi reto como directora ha consistido en sumirme en las entrañas del texto-material del cual partida, disociándome del precedente proceso de mi autoría. Abduciéndome en el relato publicado y premiado, la conceptualización se ha ido construyendo a la medida de los actores implicados, de su complicidad y de sus fortalezas, con son muchas y de enorme belleza interpretativa, ensamblando las tensiones dramáticas que han ido surgiendo de los personajes. Aunque ha sido muy duro, la logística a la cual nos hemos tenido que adaptar, por falta de presupuesto, nos ha forzado a realizar un trabajo lento y espaciado, el cual hemos invertido en reflexión durante los periodos de barbecho entre fases de trabajo. En este sentido, por cada nueva fase en la cual retomamos el trabajo en los ensayos, hemos tomado conciencia de la sedimentación artística y hemos seguido creando en base a la reafirmación del proceso en el cual hemos estado surfeando. Este proyecto ha ido creciendo poco a poco. La imposibilidad de configurarnos en ningún marco mercantil, nos ha vetado poder solicitar y/o acceder, por el momento, a subvención alguna. La inversión económica que se ha podido volcar en esta producción sale de mi propia financiación, y por lo tanto es precaria. Aún con todo, hemos salido adelante gracias a la inversión en tiempo y energía y devoción en el proyecto de todos los participantes, desde los actores hasta el equipo artístico al completo (profesionales de reconocida y larga trayectoria en sus distintos ámbitos): Diseño y construcción de los elementos escénicos: Tito Sánchez; Diseño de Iluminación: Luís Martí; Vestuario y atrezo y diseño y confección de la instalación textil escenográfica: Judit Rafel (Dress Art); Fotografía, filmación, y Vídeocreación para la difusión: Caroline Ortlieb: @carolino_photography. Y: Música, Trompeta melódica en escena: Samuel Sánchez Momblant; Ayudante de dirección y Teaser: Gabriela Sánchez Momblant. Así como gracias a la Residencia Artística y Residencia Técnica del Teatro de la Zona Norte de Barcelona, donde hemos podido trabajar por fases de ensayos. Deseamos dejar constancia aquí de nuestro profundo agradecimiento a todo el equipo del CCZN, y en especial a Arántzazu Ortega, Mireia Rosquellas y Martí Bellostes.

Susana Egea y Xevi Dorca son, pues, la pareja de intérpretes que han dado la voz y el alma a los personajes de mi historia escénica. Ambos son, también, profesionales de las Artes Escénicas de largo recorrido. Entre los tres sumamos un buen pozo de sabiduría, lucidez y sensibilidad escénica. Susana es una actriz intensa y poderosísima que ha formado parte desde hace más de treinta años en producciones de todos los teatros de renombre de la cartelera de Barcelona, destacando el Teatre Lliure y el Teatre Nacional de Catalunya. En el TNC, precisamente, esta próxima temporada volverá con la producción de Alicia en un mundo real, la novela gráfica de Isabel Franc y Susanna Martin, bestseller en todo el estado español, que dirigirá Teresa Urroz. Susana, además, es Doctora en artes escénicas por la UAB – Instituto del teatro, profesora de Escena Lírica en el ESMUC (Escuela Superior de Música de Catalunya), y del Instituto del Teatro de Barcelona, donde también ha ejercido cargos, como el de directora de Investigación; es directora de producciones operísticas de pequeño formato, y este año ha sido la directora de Fígaro y Susana, un concierto escenificado de las escuelas de música del Conservatorio del Liceu en el escenario principal de El Gran Teatre del Liceu. Xevi es un versátil y camaleónico intérprete, de enorme sensibilidad, rico en matices y pleno de sutilidades. Es actor, coreógrafo, bailarín, asistente de coreografía, asistente de dirección y director adjunto, sobre todo en ópera, en las producciones de Joan Font (Comediants): en otoño del 2024 realiza la reposición de dos de sus óperas en los EEUU y en Canadá.

Xevi Dorca es Él

El criterio escénico de estos dos maravillosos compañeros de viaje merece, pues, mucho respeto y avala tanto el riesgo tomado al sumergirse en el proyecto, como la apuesta que han hecho por mi dirección al adscribirse a mi liderazgo y conducción artística en un texto tan singular i sensible como es L’eixida (La salida).
Y una presencia joven, la del recién graduado trompetista, músico profesional, Samuel Sánchez Momblant por el Conservatorio IEA Oriol Martorell de Barcelona, quien tocará en directo en escena, intercediendo con intervenciones de su composición melódica con la trompeta entre las escenas de texto.

Ésta es la dramaturgia escénica de L’eixida (La salida):

Dicen que el erotismo y el buen sexo se alojan primero en la mente,
y más tarde,
en su debido momento,
se van encontrando en el cuerpo…

En escena, asistimos al desarrollo del pacto tácito que un hombre y una mujer establecen para su encuentro amoroso. Se trata de una pareja de un entorno urbano y cosmopolita, entre 45 y 55 años, de clase media, que después de mantener una relación de larga duración, con sus altos y sus bajos, organizan de vez en cuando una noche erótica distinta para salir de su rutina y de la vida cíclica. El juego de seducción y de roles que se proponen consiste en contarse una historia de lectura compartida. En esta noche, la historia ha surgido del volumen Dona Lletra Aigua (Mujer Letra Agua), han escogido el primero de sus relatos, L’eixida (La salida) y ahora se la representan, flirteando el uno con la otra, deformada al gusto de su invención.
En L’eixida (La salida), el público ejerce de voyeur a la vez que se le espolea a tomar partido. Los espectadores, tanto como los protagonistas, sentirán como se les borran los límites de lo real bajo sus pies, y tienen que hacer el esfuerzo de mantenerse suspendidos en el mundo onírico, absorbidos hacia un inquietante trayecto donde las acciones conmueven y los sentimientos posicionan.

En escena, veremos que la ocasión para su relación íntima ha sido preparada minuciosamente por la misma la pareja de amantes: la música es la adecuada, el entorno es otro. Se encuentran en una habitación de hotel o en un aposento de alguna casa de las afueras de la ciudad, dejada por algún amigo durante el fin de semana, o de turismo rural… Hay que huir de la monotonía. La domesticidad de la vida familiar y los hábitos cotidianos pueden llegar a condenar las parejas a un ostracismo sin retorno y ellos lo saben. Por lo tanto, juegan. Su juego amoroso recae en sumergirse en unos roles ajenos a su realidad, y se fundirán en el relato de otro matrimonio, uno que no es el suyo, y jugarán que ellos no son ellos, sino que son otros Ella y Él.
Nos pasaría a nosotros, si viéramos con nuestra pareja una película, que, al apelarnos, nos instigara a discutirnos en defensa de los protagonistas respectivos. Tomamos partido, y sin darnos cuenta, aquello que había empezado como un rato de placidez, preliminar edulcorado de un encuentro sexual, nos ha enredado en una pelea supina de pareja. ¿Por qué? Estos otros, desde la ficción, no están tan alejados de nosotros: sólo son más sinceros, más impulsivos, despojados ya de todo filtro. Y nos instigan crudamente al autoconocimiento, y a la toma de conciencia de nuestra más íntima e incómoda realidad propia.
La identificación con la ficción se hace inevitable, pues, y se torna en un conflicto amargo, entre risas y lágrimas, puesto que en la historia a la cual juegan, las miradas vitales de uno y otro se sesgan; los desencuentros son múltiples; los desasosiegos de los años, incontables.

Y por encima de todo, la problemática de la mujer del relato—su lugar en el mundo— se nos desvela, como en la mayoría, irresuelta, todavía. El largo trayecto que le queda hasta el apoderamiento deseable de igualdad social después de haber sido silenciada y confinada dentro del heteropatriarcado, tiene que encontrar —realidad o ficción— una salida.
La dramaturgia visual y silenciosa de la Energía, la Acción, la Contención y el Movimiento, se amalgama con el Texto, poniéndose al servicio de esta singular relación erótica.

En la historia de ficción, el relato de L’eixida (La salida), Ella está en el primer piso de la vivienda que habita con su marido en las afueras de un pequeño pueblo del Matarraña con el balcón abierto. El aposento está inundado de luz y tibieza por el sol de la tarde. Ella, recién salida de la ducha, desnuda y descalza, se desplaza por el aposento soleado. Se está arreglando ante el espejo para salir. Como cada miércoles, ha quedado con su amiga de otro pueblo cercano… según le ha dicho a su marido.
Él, desde el jardín, solo un piso por debajo, la intuye por cada vez que pasa por delante del balcón abierto. Él podría descubrirla en su desnudez; Ella podría descubrirlo a Él espiándola.
Ella, desde arriba, escucha el sonido del agua que sale de la manguera con la cual Él riega flores y plantas y tierra mojada. El sonido del chorro que sube y le entra a través del balcón abierto se mezcla con la melodía que, un rato antes, Él practicaba con su trompeta, para el concierto de la banda de la comarca, y que ahora solo tararea.
Un matrimonio con los hijos ya adultos, el de Ella y Él, se sostiene, pasados los años, a partir de un montón de acuerdos tácitos: consignas silenciosas; pactos firmados solo con las miradas; búsqueda de compensaciones de las dinámicas atávicas de la cotidianidad doméstica; salvoconductos a la consuetudinaria servidumbre a la familia; licencias para subvertir las costumbres arraigadas.

Hay que encontrar una salida.

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Marta Momblant Ribas
Directora de escena de Teatro de Texto y Gesto, y Ópera
Dramaturga
Autora: Narrativa Poética Dramatizada: Premios Guillem Nicolau 2009 i 2018 i 2022
Asesora de Innovación Dramatúrgica para Alicia en un món real, dirección de Teresa Urroz en el Teatre Nacional de Catalunya Temporada 2024-25
Beca Premios Barcelona 2020 por Creación Literaria del Ayuntamiento de Barcelona
Doctorada URV: (Dramaturgia Escénica) Beca Cátedra Baixeres 2023
mòbil: 687 142 396
mail: margaansati@gmail.com

L’eixida (La salida): 8 de diciembre en el Teatre Juventut de l’Hospitalet de Barcelona, a las 19h.
Entradas al 50% (9€) en la Tarifa ADULT i introduciendo el Código descuento: la palabra clave: CreadoresEsceniques

https://entradas.codetickets.com/entradas/l-eixida/58087/teatrejoventut/online

Enlace Vídeocreación (11’) L’eixida:

@carolino_photography

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