The Fall. Sus años «comerciales» (I)

“Si estoy yo con tu abuela a los bongos, eso también es The Fall”.

Mark E. Smith

 

 Mayo de 1984 fue el comienzo de la mutación más “comercial” de The Fall –si es que este término tiene algún tipo de significado para alguien como Mark E. Smith…- . Así, en aquella época, la banda más severa de Mánchester fichaba por Beggars Banquet. Su primer single para su nueva casa, Oh! Brother (Beggars Banquet, 1984), fue una manera decir a Rough Trade: “Mirad lo que os estáis perdiendo”. Por la propia naturaleza de The Fall, estaba clarísimo que su respuesta iba a ser una postura más vendible, dentro de los parámetros aplicados a una banda como The Fall. Pero lo cierto es que ‘Oh! Brother’ es la primera canción del grupo que admite epítetos menos ariscos, como “bonito” o “ensoñador”. No es para menos ante la barroca recta final de la canción, con Brix Smith tirando de coros infecciosos y con la electricidad mutada en una concatenación de esquirlas doradas.

the fall 1La cara B del single es una nueva muestra de la relevancia que tenía este formato para The Fall. Al igual que Joy Division, New Order o los Smiths, los singles eran tratados como LPs, en el caso de The Fall un reflejo de la fijación de Smith por los años 50, en los que el single era el icono más reconocible del rock & roll. Así, ‘God-Box’ es una de las piezas más rotundas dentro de la locomotora Fall. Smith canta sobre los peligros de la alineación y la religión en un tono semi-oratorio. Estamos ante una de las pocas canciones en la que The Fall diluyen su fórmula entre veredas no muy alejadas del post-punk emocional de Joy Division, al menos hasta el estribillo. La caja de Dios es la respuesta; la televisión, el mal al que Smith se engancharía como una droga dura.

Mark E. Smith: “Podría ver todo el tiempo la televisión estadounidense. Podría ver esos programas religiosos por siempre. Son fantásticos. Con lo que me encontré fue que, cada vez que veía uno, no importa lo mucho que quisiera verlo y reírme de él, me caía de sueño. Pensé que debía ser algo que ver con quedarse hasta tarde. Pero cuando volvimos a Inglaterra, hacían un documental sobre sobre estos programas religiosos estadounidenses a las ocho y media, y me dormí de nuevo con mi té enfrente de mí. Ése es el atractivo de estos programas. Por eso tienen éxito, porque consuelan al pueblo”[1].

Si ‘Oh! Brother’ indicó un perfil más accesible, el siguiente single fuera de Rough Trade, C.R.E.E.P. (Beggars Banquet, 1984) fue la constatación de su venganza sobre Rough Trade y su nuevo grupo estrella, The Smiths. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que a través de su ejercicio pop más certero? ‘C.R.E.E.P.’ orbita sobre los coros aéreos de Brix, mientras Mark se centra en colocar el cepo a su presa, Morrissey. “He is a scum-egg, a horrid trendy wretch” [Es un mierdas, un desgraciado repelente a la moda].

the fall 2A la teoría del ataque a Morrissey se sumó Richard Skinner, el presentador de “Radio One’s Roundtable”, aunque cometió la imprudencia de describirla como una canción sobre los Smiths… La reacción de Mark no se hizo esperar: “¿De dónde has sacado eso? ¡Haz una puta retractación!”[2]. Ni que decir tiene que a Skinner no le quedó otra que bajarse los pantalones.

La polémica suscitada ayudó a que C.R.E.E.P. (Beggars Banquet, 1984) escalara en las listas de ventas como ningún otro disco de The Fall. De la noche a la mañana, la lisergia total: The Fall eran perseguidos hasta por los niños.

Mark E. Smith: “Ayer fuimos acosados por todos esos niños pequeños. Tenían sobre siete u ocho años. Ellos decían: ‘¿Por qué no tocaste ‘Pat-Trip Dispenser’?’. Y esas cosas. También querían autógrafos. Así que le dije a Craig: ‘¡Mantén a esos niños pequeños lejos de mí! Es algo condenadamente perverso’. Y él me contestó: ‘Conocen todos nuestros nombres, ya sabes’. Eso es lo que Smash Hits hace por ti. Yo le dije: ‘¡Craig, hay un montón de tacos en nuestras canciones! ¡No deberían oír toda esta mierda!’”[3].

 La respuesta a su creciente popularidad fue The Wonderful And Frightened World Of The Fall (Beggars Banquet, 1984). Sin concesiones. El que se esperara un edulcoramiento en los sabores, que se fuera a paseo. Es bajar la aguja y volver a sentir la brutalización de la paranoia al tope. La carrocería está engrasada por una cadencia trepanadora. ‘Elves’ avanza sobre los raíles de ‘I wanna Be Your Dog’, ‘Copped’ es la versión no-dub del Metal Box (Virgin, 1979). La primera cara sólo ofrece un respiro en el corte abrupto que se produce en el estribillo de ‘Lay Of The Land’. Estamos hablando del nuevo rock & roll, pero a partir de una métrica kraut, fusionada con la agresividad frontal de los Stooges. La segunda cara baja las pulsaciones, pero no la sensación de autoridad. Exuberancia de estercolero, ‘Slang King’ podría pasar por una reinvención agreste de los B’52. Incluso más interesantes resultan ‘Bug Day’, un collage arty perpetrado sobre una plataforma de dub chinesco, y el redoble imponente de ‘Stephen Song’, en la que, al igual que en ‘Copped’, Gavin Friday aporta su verbo lydoniano para doblar a Smith. En cuanto a ‘Craigness’, nos traslada a los desiertos del Viejo Oeste americano. Geografía espacio-temporal que sigue presente en la última escena, ‘Disney’s Dream Debased’, una brisa aérea de rock fronterizo que parece desvanecerse en todo momento. Su ADN es balsámico, pero siempre albergando la duda de la amenaza.

El mundo maravilloso y aterrado descrito por Smith también es el de su ciudad. Smith proclama el apocalipsis, y ‘Lay Of The Land’ es su manifiesto.

We’ll leave this city
Hit a quick coach, take the town in Surrey
There’s no-one here but crooks and death
Kerb-crawlers, of the worst order
Where’s the lay of the land
My son
What’s the lie of the land
My son
[4]

El cierre no deja lugar a la duda: ‘Disney’s Dream Debased’ es la respuesta. La huida planteada en ‘Lay Of The Land’ es inservible. El sueño corrupto ha terminado. Disney tiene su aspecto; Mánchester, una realidad preferible a un mundo donde

The day the dream went right back to base
There was blood on the ground
Blood on the sand
Blood all around
Tracks of the ride of the bright murder hawk
The day the dream debased and went home
[5]

 


[1] Ibídem, página 73. Traducción del autor.

[2] Edge, Brian: Paintwork: A Portrait Of The Fall, página 77. Traducción del autor.

[3] Roland, Paul: “Paul interviews Mark E. Smith of The Fall”, Paul Roland. Traducción del autor.

[4] Vamos a dejar esta ciudad. Chocar rápidamente con un autobús, tomar la ciudad de Surrey. Aquí no hay nada, sólo ladrones y muerte. Pelotas de la peor calaña. ¿Dónde está la configuración del terreno, mi hijo? ¿Cuál es la mentira del terreno, mi hijo?

[5] El día en que el sueño volvió a la base había sangre en el suelo. Sangre en la arena. Sangre por todas partes. Pistas del vuelo del brillante halcón asesino. El día en el que el sueño se degradó y se fue a casa.