“Siento que estoy dentro de un gran remolino
y estoy siendo arrastrado hacia abajo
y no hay nada que yo pueda hacer”
Ian Curtis, días antes de morir
El 7 de abril de 1980, Ian Curtis buscará un rápido desenlace a su drama personal por medio de una sobredosis de Phenorbarbitone. Aviso premonitorio de lo que estaba por venir, ‘Love Will Tear Us Apart’[1], el siguiente single publicado por Factory en ese mismo mes de abril de 1980, no hará sino reforzar esta sensación de que en el mensaje de las canciones de Curtis había algo más que su parte del trabajo realizado para el grupo.
‘Love Will Tear Us Apart’: será el single por el que, sin más rémoras, Joy Division entrarán en el panteón de la inmortalidad. Una cabalgada de pop catedralicio, ‘Love Will Tear Us Apart’ se irá forjando desde nueve meses antes de su publicación: el parto más doloroso y hermoso.
Peter Hook: “Escribimos “Love Will Tear Us Apart en tres horas. Una noche encontramos el riff e Ian dijo: “Tengo una idea para eso”. Cuando la cantó, no pensamos que era sobre Debbie y Annik. Sólo pensamos que era genial. ‘Love Will Tear Us Apart’, Ian lo volvió a hacer.”[2]
Escrita en agosto de 1979, ‘Love Will Tear Us APart’ tendrá su primera encarnación en una John Peel Session emitida el 10 de diciembre de 1979, aunque grabada dos semanas antes. En esta primera versión ya se puede apreciar el flujo sintetizado, pero mucho más minimalista que en su capa a lo Brian Eno, aumentada para la versión final del tema. Sin embargo, lo que más llama la atención es la velocidad a la que se ejecuta el tema y, sobre todo, la forma de cantar de Ian, incluso algo atropellada en el arranque de la canción, y totalmente arrastrado por los tempos acelerados de la canción. ‘Love Will Tear Us Apart’ seguirá con este mismo cuerpo durante los conciertos ofrecidos en aquella época. Lógicamente, ‘Love Will Tear Us Apart’ se hará un hueco entre los momentos más alto voltaicos de sus actuaciones, al lado de piezas mayores como ‘Transmission’, ‘She’s Lost Control’, ‘Shadowplay’ o una primera versión de ‘Atrocity Exhibition’.
‘Love Will Tear Us Apart’ será grabada el ocho de enero de 1980 en los Penine Studios. Sin embargo, la banda quedará descontenta con esta toma de la canción; no habían encontrado el poso de solemnidad necesario para exprimir el flujo cegador de intensidad que se intuía. Esa misma fecha, el periodista Alan Hempsall será testigo de lujo de la grabación, teniendo la oportunidad de realizar una entrevista a Joy Division y Rob Gretton durante las mismas sesiones. Durante la entrevista, se puede observar cómo, en el mismo momento de la grabación, la banda estaba convencida de que la toma que estaban llevando a cabo de ´Love Will Tear Us Apart’ era la buena. Opinión que, en beneficio de todos, cambiará poco después cuando la rematen.
Alan Hempsall: Le pregunto a Bernard lo que él piensa de trabajar en los estudios.
“Estoy bastante contento con este; está sonando o.k. Dos de los tres temas que hoy estamos trabajando estarán en el nuevo single, el primero de ellos irá en la cara A. Después será cuestión de elegir uno de los dos restantes para la cara B, probablemente el último. Me gustaría que Factory Records lo sacara como un 12”, pero no sé si eso será posible o no. No lo sé.”
Alan Hempsall: “Bueno, ciertamente merece salir como un 12″. A pesar de que ya se está grabando, no se dará a conocer hasta dentro un par de meses, por lo menos. La cara A se llama ‘Love Will Tear Us Apart’, un número vivaz mediante el que Joy Division pisa terrenos nuevos gracias a su dominante sonido de teclados. También hay una canción llamada ‘The Sound Of Music’, que es un poco más a lo que nos tiene acostumbrados la banda, pero no es peor por ello. La última canción de la cinta, y sobre la que me dice Bernard que probablemente será la cara B, se llama ‘These Days’. Cuando la escuché, pensé que ésta era algo que realmente venía de otro mundo. Esta canción se beneficiaría de estar traspasada a un doce pulgadas de plástico.
‘These Days’ cuenta con un poderoso ritmo y una buena línea de bajo fusionados por un ritmo al estilo Moroder, creado por lo que, al principio, pensé que era un sintetizador. “En realidad”, dice Bernard, “es una guitarra alimentada a través de un sintetizador y ese ritmo se crea pasando la señal de la guitarra a través de un pasaje en el sintetizador que sólo deja una parte de la señal a través. Así pues, en efecto, lo que el sintetizador está haciendo con la señal es esto…” (Bernard lo ilustra haciendo tapping con los extremos de su índice y pulgar juntos).
Al terminar las partes vocales de la canción, Ian va a casa de su madre para tomar una taza. Mientras, Bernard hace algún teclado y overdubs con la guitarra acústica para ‘Love Will Tear Us Apart’.”[3] Finalmente, la grabación llevada a cabo de ‘These Days’ será la elegida para la cara B. En esta misma cara, incluirán la versión realizada de ‘Love Will Tear Us Apart’. Sin embargo, aún quedaba la cuenta pendiente de realizar para la cara A una versión extrayendo el verdadero potencial de este tema. De este modo, el grupo volverá a probar durante marzo de 1980 en los estudios de Strawberry situados en Stockport, para acabar de encontrarle ese punto ingrávido a finales del mismo mes, aprovechando la grabación de Closer. Ya para esta ocasión, todo estará en su sitio. La clave, ese misterio de la creación al que no habían llegado hasta entonces, finalmente, será descifrado: la pulsión rítmica rebajará dos marchas la velocidad, marcando las pausas necesarias para que Curtis pueda paladear las palabras, dibujarlas en el aire.
Más crooner que nunca, para llegar a la conmovedora entonación de esta canción, Curtis le cogerá prestado unos discos de Frank Sinatra a Tony Wilson, con el fin de buscar nuevas inspiraciones para los temas más lentos. Como resultado de su interés en Sinatra, durante ese mes de marzo de 1980, Curtis comenzará a darle más cuerpo a las palabras, y expandirlas, sobre todo en piezas de Closer como ‘Decades’ y ‘The Eterneal’. Tal como bien explica el periodista Martin O’ Gorman, a raíz de esta relación en la progresión vocal de Curtis y la influencia de Frank Sinatra en ‘Love Will Tear Us Apart’: “El tono es más de melancolía que enojo. En esta canción, Curtis reelabora ‘It’ Over’, la balada existencial de Frank Sinatra, cruzando su territorio de torch-song para poder llegar a su parte inexplorada: la desesperación y el resentimiento profundo. Para ahondar en esta misión, de la canción sale una elegíaca línea de sintetizador con una nota curiosamente sin resolver.”[4] La canción a la que se refiere O’ Gorman no es otra que ‘It’s Over, It’s Over, It’s Over’. En este tema, el propio Sinatra canta líneas como “Losing is not a happy thing when the stakes are high/ Not when you lose your lover on a simple goodbye” (“Perder no es una algo alegre cuando las apuestas son altas / No cuando pierdes a tu amante con un simple adiós”). Si bien, Curtis empaña las palabras en una crudeza más realista, no es menos cierto que las letras de Sinatra en ‘It’s Over, It’s Over, It’s Over’ tienen un curioso paralelismo con la misma situación de pérdida que Curtis intentaba expresar en ‘Love Will Tear Us Apart’. Más claro todavía, una línea de la canción de Sinatra como “I’ll walk away/ I’ll stay away/ tosed my heart and lost” (“Voy a irme lejos / Voy a quedarme lejos / con mi corazón emponzoñado y perdido”) bien podrían definir la finalidad personal de las letras que Curtis había utilizado para ‘Love Will Tear Us Apart’. Aunque, Curtis llegará mucho más lejos que Sinatra. Mientras para el solista americano se está hablando de una pérdida, como en muchas de otras de sus canciones, siempre habitadas por amores imposibles e inalcanzables, en el caso de Curtis, no hay idealización que valga; nos está mostrando en primerísimo primer plano las llagas del dolor; del tremendo conflicto que le aflige en todo momento en su vida personal. ‘Love Will Tear Us Apart’ sirve para poner nombre a un demonio, no para recrearse en poesía basada en hechos inventados. Es él mismo despellejándose a sí mismo, buscando respuestas al terrible sentimiento de culpa que le carcomía; provocada por su propia situación con su mujer y Annik Honoré. Devastador.
Con `Love Will Tear Us Apart’, “Ian Curtis volvió a poner normalidad y cotidianeidad en el rock con sus textos. El simple ‘Love Will Tear Us Apart’ habla primero de él, de su experiencia íntima, de su derrota frente a la pareja que se rompe. Pero para contarlo no utiliza metáforas pesadas, imágenes barrocas ni vociferaciones teatrales. Lo hace con palabras triviales, más profundas: “When routine bites hard/ And ambitions are low/ And resentment rides high/ But emotions won’t grow/ And we’re changing our ways/ Taking different roads/ Then love, love will tear us apart again” (“Cuando se instala la rutina/ Y las ambiciones son bajas/ Se acumula el resentimiento/ Las emociones dejan de crecer/ Y nos alejamos/ Tomamos rutas diferentes/ Y entonces el amor, el amor nos destroza).”[5]
“Desde su mismo arranque ’Love Will Tear Us Apart’ se erige como la mejor canción de amor desde ‘Love Minus Zero’ de Dylan; esa canción es la máxima perfección, con toda esa técnica alcanzada, pero más que nada por abrir el corazón con una incisión tan profunda y sincera que hasta se hace difícil de escuchar.”[6]
Jon Savage: “Con sus palabras clave, “will” y “again”[7], ‘Love Will Tear Us Apart’ nos remite a un continuo tormento emocional.”[8]
Dentro del plano instrumental, otra curiosa referencia en la edificación de ‘Love Will Tear Us Apart’ vendrá de su relación con ‘Then He Kissed Me’, el tema estrella entre los compuestos por Phil Spector para The Crystals. En este sentido, la línea de bajo empleada por Hook en el giro final de la canción imita a la perfección el de este gran clásico de los ’60.
Por otro lado, y para no cambiar la dinámica, uno de los episodios más significativos de la grabación de ‘Love Will Tear Us Apart’ volverá a tener como protagonistas a Martin Hannett y Stephen Morris.
Stephen Morris: “Martin Hannett realizo uno de sus juegos mentales cuando la estábamos grabando. Sé que suena como si él fuera un tirano, pero no lo era; él era agradable. Tuvimos esa batalla debido a que, cuando ya era casi medianoche, le digo: “¿Está bien si me voy a casa, Martin? Ha sido un día largo. Y él me dice susurrando: “Bueno… te vas a casa.” Así que me volví al piso. Me acabo de ir dormir y suena el teléfono. “Martin quiere que vuelvas y hagas la caja de la batería”. ¡A las cuatro de la mañana! Le dije: «!¿Qué pasa con la caja de la batería?!» Así que cada vez que escucho ‘Love Will Tear Us Apart’ aprieto los dientes y me recuerdo a mí mismo gritando por el teléfono, “!HIJO DE PUTA!” [destroza el teléfono imaginario.] Puedo sentir el enojo en ella, incluso ahora. Es una gran canción y tiene una gran producción, pero me angustio cada vez que la escucho.”[9]
La transcendencia de ‘Love Will Tear Us Apart’ irá más allá de haber llegado al puesto nº 13 de los charts británicos de ventas. Siempre considerada como una de las mejores canciones de la historia -en el Triple J Hottest 100[10] llegará a quedar en la primera posición en los años 1989 y 1990 y Neil Tennant la considera como su canción pop favorita de toda la historia-, por lo que se refiere a versiones, su rastro también será más que relevante. Como resultado, centenares de artistas darán buena cuenta de la canción: Broken Social Scene, Björk, Bloc Party, The Cure, Calexico, José González, Simple Minds… la lista es interminable, y algunos muy interesantes. En consecuencia, ‘Love Will Tear Us Apart’ tendrá uno de sus reflejos más intensos en Décima Víctima, firmantes de ‘Tan Lejos’. Uno de los cortes más fascinantes del pop español, si Derribos Arias habían dado con su ‘Disorder’ particular, lo mismo se puede decir de Décima Víctima con respecto a ‘Love Will Tear Us Apart’. Así, este sencillo toma el romanticismo desaforado del tema estrella de Joy Division y lo adapta en una desgarradora lección de cómo tomar un tema ajeno y convertirlo en algo completamente personal, único. Siguiendo ese patrón in crescendo, casi imperceptible, que el propio ‘Love Will Tear Us Apart’ hereda del ‘Heroes’ de Bowie, ‘Tan Lejos’ alcanza la soñada cima melódica, a través de una imparable cabalgada sintetizada diseñada para envolver las palabras esculpidas en la memoria atemporal por un Carlos Entrena que, cuando rompía el caparazón de su tono neutro vocal, podía alcanzar lo que sólo logran unos pocos elegidos: fundir alma y corazón en un único plano. En este caso, al calor de su sobrecogedor arrullo al son de “Te echo de menos, de corazón”. Aparte de este corte, Décima Víctima son el ejemplo más locuaz del reflejo de Joy Division. Más allá incluso de su música, sus propias indumentarias de funcionarios con gabardina entre ambientes sombríos los hacen parecer la más representativa versión hispana de la banda de Curtis y compañía. Ya en lo meramente musical, su segundo LP, Un Hombre Solo (GASA, 1984), se erige como uno de los documentos más fascinantes de la estela dejada por Joy Division. Como si se tratara de un Unknown Pleasures rural, el trabajo de los madrileños escapa de las deshumanizadas fábricas de Manchester para llevarnos hasta un mundo solitario de pueblos apartados, para el que el sonido es más árido, de secano. Una brillante descontextualización de la urbe a la tierra seca, que suena como si los Radio Futura de La Ley Del Desierto, La Ley Del Mar (Ariola Eurodisc, 1984) se hubiesen quedado encerrados 24 horas en una cámara frigorífica con el primer disco de Joy Division retumbándoles sin pausa.
Décima Víctima también representa el puente perfecto entre Joy Division y el sonido cimentado en sus comienzos por las bandas que representan el Donosti Sound. En este caso, la primera encarnación de Aventuras Kirlian llegará a registrar un tema como ‘Una Historia’, que parece una diapositiva bañada en tonos pop de ‘Atrocity Exhibition’. Pero si hay un tema que mejor ejemplifica este nexo, ese es ‘El Mapa’ de Family, una pequeña obra maestra, nacida desde los espejismos generados por los Joy Division más esqueléticos.
Ejemplos de una huella inabarcable, en cuanto a las adaptaciones más aprovechables de esta pieza, la que se lleva la palma es la realizada por Swans en 1988. La línea ficticia que une a Jim Morrison, Ian Curtis y Michael Gira, para esta adaptación, este último remarca las frases definitivas de Curtis, sincopando su canto severo mediante enunciados que suenan como telegramas del dolor que le escocía a raíz de su propia historia personal junto a su pareja, Jarboe. Yendo más allá, la hemorragia se hace incontrolable cuando llegamos a ese estribillo para el que la propia Jarboe descose los puntos de sutura que cierran su herida interior, elevándose por encima del recitado de Gira, a través de una dimensión melódica rayana al dream-pop más ensoñador. Incluso más melódica que el tema original, el reflejo de los Swans más líricos se encuentra entre los 3’ 40” de esta joya de la reinterpretación.
Desde el país vecino, Canadá, se nota que la gran mega-banda del siglo XXI, Arcade Fire, han tomado buena nota de este single para su propio libro de estilo. ¿No es acaso ‘Rebelion’ (Lies) una adaptación personalizada de ‘Love Will Tear Us Apart’. Por otra parte, otro de sus cortes más exageradamente intensos, ‘No Cars Go’, nos remite directamente a la inquebrantable pulsión dance en subida de ‘These Days’ o ‘Transmission’.
El 28 de abril de 1980 Joy Division serán los protagonistas de la grabación del vídeo para ‘Love Will Tear Us Apart’, uno de los actos más definitorios de toda la carrera de Joy Division; y, sobre todo, fiel reflejo del progresivo estado de deterioro que estaba consumiendo a Ian Curtis desde la grabación de Closer; y que había llegado a su fin el 30 de marzo de 1980.
Filmación llevada a cabo en los TJ Davidson Rehersal Studios por Stuart Orme, el lugar para grabar el vídeo no podría ser más inhóspito. Tras invitarnos a entrar, caracoleando escaleras arriba, dentro de las instancias donde se realizará la ceremonia, lo primero que entrará por la retina es la figura de un Curtis consumido, con una deprimente barba de cuatro días. Sólo quince días después, Curtis se ahorcaba en su propia casa, poniendo fin al callejón sin salida al que había llegado.
Tras un varapalo de estas dimensiones, Factory sacará a la luz Closer el 18 de julio de 1980: la verdadera nota de suicidio que Curtis había dejado escrita, y que sólo Annik Honoré había advertido.
[1] El título de la canción fue sacado en referencia a ‘Love Will Keep Us Together’, el vitalista clásico compuesto por Neil Sedaka y Howard Greenfield, y que será un hit mundial en 1975 por medio de la versión realizada por Captain & Tenille. Una ironía devastadora…
[2] Gee, Grant: Joy Division, Avalon, 2008.
[3] Hempsall, Alan: “A day out with Joy Division”, Extro sci-fi magazine, Vol.2/No.5, 1980.
[4] O’Gorman, Martin: “The enduring mistery of Joy Division’s ‘Love Will Tear Us Apart’, Mojo, abril de 2005, pag. 75
[5] Ghosn, Joseph: “Joy Division: el mito revisado”, Los Inrockuptibles, 2011, pag. 52.
[6] McCullough, Dave: “Review: Unknown Pleasures”, Sounds, 4/07/79.
[7] “otra vez”.
[8] Edge, Brian: New Order/Joy Division: pleasures and wayward distractions, pag. 47.
[9] Gale, Lee: “An ideal for reliving”, GQ, 17/12/10.
[10] Famosa encuesta anual realizada por la radio australiana “Triple J”.
Yo añadiría a Agrimensor K y los primeros La Dama Se Esconde e incluso al primer Sr Chinarro como herederos españoles de Joy Division y The Cure. Destacaría de la canción su teclado y la versatilidad del bajo que cobra una independencia casi inédita en el rock, donde hasta entonces el bajo se mantenía en un segundo plano respecto a la guitarra.