Los Desheredados: «Paradoxia, diario de una depredadora» de Lydia Lunch

“Todos anhelan sus quince minutos de fama pero no se dan cuenta de que el más mínimo roce con la gloria contaminará el resto de sus torturadas vidas”.

Lydia Lunch

Lydia Lunch foto 3Lydia Lunch, la reina de Siam. La suma emperatriz de la no wave. Su gen sanguinario pertenece a la estirpe de figuras tan intimidantes como Diamanda Galas, Kim Gordon o Kathleen Hannah. Eso sí, en el caso de Lunch, sus garras están más afiladas que cualquiera de las anteriores. Decir algo así sólo puede ser ratificado gracias a obras como las que hoy nos ocupa. Porque entre sus pinturas, performance, atentados sonoros y excursiones fotográficas, Lunch ha seguido extendiendo su fama de visceral mujer del renacimiento dando un nuevo enfoque  de su ser a través de la literatura. En su caso -y como no podía ser de otra forma- mediante una tajo sin posibilidad alguna de cicatrización. Y es que Paradoxia: diario de una depredadora (Melusina, 2008) escuece como trago amargo de licor de patata. Novela autobiográfica, Lunch se presenta a sí misma como un animal herido, insultado, clamando venganza contra los hombres. De hecho, el rotor que aviva la herida interior de Lunch será la violación que ella misma sufrirá por parte de su propio padre. Tal suceso no hará más que alimentar una enfermedad devoradora en las carnes de Lunch, un deseo terrible por llevar hasta el límite de las relaciones sexuales. Lunch se acuesta con mujeres, hombres. Y estos últimos los degrada, los utiliza mientras les saca lo que les interesa de ellos en cada caso.

De las calles tumefactas que hilvanan Amsterdam hasta la cara más asquerosa de New Orleans. Lunch Repta por las alcantarillas de las ciudades buscando el punto G del vicio que las alimenta. Es más, el sexo más sucio que Lunch nos muestra no es el humano, sino el que realiza con metrópolis como la hollywoodiense Los Ángeles, a la que desmaquilla y le coloca la careta de cuero sadomasoquista. Las entrañas de la capital californiana nos son mostradas en su estado más pestilente, y terriblemente sincero.

Lydia Lunch foto 2
La reina de Siam.

Más que sincera, descarnada. Lunch escribe con todo su ser: siempre nos da la sensación de que un trozo de vida nos ha sido entregado de cuajo, sin anestesia. Demoledor exorcismo interior. Mientras nos va relatando sus historias a la velocidad de Celine, Lunch tiene tiempo para emponzoñarse en la desfachatez de su querido Marqués de Sade y, ¿por qué no?, dejar a la altura de Rosa León a Bukowski. Porque el alter-ego de Lunch parece más bien un personaje de Hubert Selby Jr. tomando vida propia, adentrándose en una senda incluso más destructiva -¿o será curativa?- que la del demoledor escritor neoyorkino. Asimismo, las descripciones sexuales de Lunch están descritas con una sequedad tan feroz, y creíble, que hasta el mismo Dennis Cooper parece una versión light de la naturaleza asilvestrada de Lunch.

Paradoxia: diario de una depredadora no es un grito de auxilio, en realidad se trata de un ataque sin piedad contra todo lo establecido, el germen disfrazado. La misma esencia de Lunch es el bisturí a través del que sale a la luz los cánceres de nuestra sociedad. Nos muestra las tripas del deseo en todas sus formas: redentora, amenazante, y sobre todo enfermiza.

Como un escupitajo en la cara. Tras engullir esta obra de un bocado -resulta imposible hacerlo poco a poco-, a uno le entran ganas de empezar a contarse los moratones tras recibir semejante paliza. Junto a Requiem Por Un Sueño (1978) de Selby Jr., este es el libro que, por lo menos, a un servidor, le ha provocado una sensación física más intensa. Para leer con prospecto.

 

2 comentarios en «Los Desheredados: «Paradoxia, diario de una depredadora» de Lydia Lunch»

  1. Mi libro de cabecera. Me inspiró mi novela acutal -aun en escritura- si bien he tenido que escribirla dos veces, para despojarme de la influencia de Lydia. En mi caso no recibí palizas sino sólo inspiración. Ojalá hubieran más autoras como Lydia, en mi país sobre todo, donde lo que abunda es la literatura medieval XD

    Un saludo

  2. Hola Rab, «Paradoxia» también es uno de los libros que más me han marcado. Y sí que tiene que ser complicado despojarse de su influencia uno vez lo has interiorizado. Por cierto, ¿desde qué país escribes? En el nuestro, literatura medieval, no; pero novelas históricas… Menudo virus.

    Un abrazo y gracias por seguirnos.

    Mucha suerte con tu novela.

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