por Continua la racha positiva de visita de artistas capitales, que últimamente estamos viviendo. A los conciertos de Franco Batiatto y Kraftwerk, ahora hay que confirmar la presencia de Morrissey por tierras peninsulares. Para esta ocasión, Barcelona y Murcia son los dos destinos elegidos por el mancuniano, que vuelve apenas medio año después de su última presencia en España. Imbuido en una plenitud que no se le recordaba desde los tiempos de You Are The Quarry (Sanctuary/Attack, 2004), Morrissey sigue dando vida a su último LP, World Peace Is Non Of Your Bussiness (Harvest/Capitol, 2014), su obra más inspirada en mucho tiempo.
Siempre hondeando la bandera de la polémica, en cualquiera de los actos públicos de Morrissey la incertidumbre siempre está ahí presente. Se trata de algo inherente al espectro que irradia. Y en esta ocasión no va a ser diferente. Dentro de ese margen de expectación, hay que valorar el aspecto positivo de que su nueva llegada a España es el cierre a su gira europea antes de embarcarse por tierras australianas. A Morrissey le gustan los actos teñidos de simbolismo, y nos ha caído la suerte de poder ser partícipes de uno de éstos. Sea como sea, no hay que olvidar que acudir a un concierto de Morrissey siempre es un acontecimiento. Y más después de haber podido comprobar que los rumores sobre su pérdida de voz eran falsos. Y es que, pese a quien le pese, Morrissey sigue siendo Morrissey, una figura única dentro del mundo del pop. Que sus últimos discos son muy irregulares, posiblemente. Pero a ver qué grupo pop reciente puede proclamar haber compuesto temas a la altura de ‘World Peace Is None Of Your Bussiness’, ‘Staircase At The UNiversity’ o ‘Kick the Bride Down the Aisle’, tres de las canciones más fascinantes de todo el motín dejado a lo largo del año pasado. Aparte del genio inherente que transluce en todo lo que hace, sea mejor o peor, Morrissey es uno de los pocos artistas de hoy en día con ese bien, cada vez más escaso, que responde al nombre de “carisma”. Sinceramente, hoy en día sólo los Swans, Batiatto, Leonard Cohen y Kanye West pueden equipararse al nivel de presencia escénica del de Manchester. Pero hay 
más, contando con su obra al frente de los Smiths, la de Morrissey es la trayectoria más sembrada de estas tres últimas décadas. ¿Cuántos artistas surgidos en estos últimos treinta años pueden jactarse de contar con al menos media docena de LPs ya clásicos? Muy pocos, por no decir nadie. A estas alturas no me voy a poner a recordar los logros artísticos de Stephen Patrick Morrissey, los cuales siguen siendo el leitmotiv de tanta envidia insana. Y me basta con un ejemplo muy simple: ¿cuántas pifias ha tenido un grupo como Depeche Mode tras Violator (Mute, 1990)? Unas cuantas, pero nadie ha hecho leña del árbol caído. Sin embargo, cuando se trata de Morrissey siempre se suele atacar y prejuzgar con los dientes muy afilados. Éste es el precio que siempre hay que pagar por hacerle ascos a la indiferencia y la medianía , el último refugio de la gente que le da miedo sentirse viva. Y para reivindicar esta sensación tan plena y difícil de alcanzar, qué mejor que seguir perdidos en esa discoteca de extrarradio de ‘How Soon Is Now’ o seguir deseando que llegue esa bomba nuclear que haga que todos los días dejen de ser domingos. Para seguir recordando que Morrissey es mucho más que una simple leyenda vida, aquí os dejo la info de sus conciertos españoles. Salud.
29 de abril en la Sala Razzmatazz, Barcelona, a las 21:00.
1 de mayo, dentro del festival SOS 4.8 que se celebra en Murcia.
