Apenino: «Viravolta»

apenino foto 2La vuelta al ruedo de Marco Maril se ha hecho esperar, pero con un regalo como Viravolta (Jabalina, 2014) queda más que perdonado. Vaya que sí. El disco pop nacional más fascinante del año pasado, el compostelano afincado en Vigo no ha necesitado más de 23 minutos, para encapsular la magia del pop en siete cápsulas de tremendas propiedades curativas. Y es que Viravolta es un masaje al corazón de los que hacen mirar hacia nuestro interior, identificar las sombras, y borrarlas en un suspiro de alivio. Tiempo y sueño en un mismo plano, la evasión como el mejor enfoque posible del día a día. En este sentido, jamás tuvo tanto sentido una versión de ‘La leyenda del tiempo’. En ésta, la elección de Monica Vacas, la voz de los tristemente desaparecidos Mus, uno de los grandes grupos nacionales del siglo XXI, no podría ser más acertada. Sus cuerdas vocales quedan precisamente suspendidas en el límite de la frontera entre tiempo y sueño. Metáfora en movimiento, pero con matices, tal como explica Maril al respecto del mismo título del disco: “La idea de “Viravolta”, que en castellano es voltereta, es la avanzar dando una vuelta sobre uno mismo para terminar erguido en un punto muy similar al inicial. Digamos que es una idea del avance, de la transformación, manteniendo la esencia propia de uno mismo”[1]. En esta adaptación de ‘La leyenda del tiempo’, Apenino logra transfigurar el quejío abisal de Camarón en un océano sonoro de extensiones inmemoriales. Sencillamente glorioso.

Otro de los temas más audaces -bueno, en realidad, todos lo son-, es ‘Opresión’, en el que vuelve a aparecer el susurro invernal de Mónica Vacas, que da la réplica a un Maril más crítico que nunca. “Ese tema es parte de un trabajo que hice con la artista Mónica Mura, que iba sobre la opresión social en el mundo de la mujer y de su papel en esta crisis. Se habla de violencia de género, de desahucios, de la violencia infantil… Pretendía hacer una pieza pop de una pieza larga instrumental que daba juego a las imágenes de Mónica. Me parece otro de los temas importantes que nunca somos capaces de superar socialmente. Por mucho que se hable del tema y por muchas medidas que se tomen, siguen apareciendo mujeres maltratadas y mujeres asesinadas”[2].

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Si ‘La leyenda del tiempo’ y ‘Opresión’ son el corazón de esta obra, ‘Conversa ultramarina’, desde su primera escucha transciende como uno de los monumentos POP más sobrecogedores que se han compuesto en lo que llevamos de siglo, así de simple. Pero lo mejor proviene de aunar como quien sopla al viento el imaginario del poeta Lois Pereiro con los discos en solitario de Alan Vega -Suicide-. ‘Conversa ultramarina’ también es el tema escogido para hacer que florezcan los primeros pétalos esta obra, en la que, por primera vez, Maril usa el gallego en varios de sus cortes. “Máis aló de ideoloxías, falar en galego conéctame co meu pasado, coas miñas orixes. Os meus país, os meu avós, os veciños da aldea dos meus avós… o galego era (e segue sendo) o seu vehículo de expresión e unha das mellores herdanzas que me puideron entregar”[3].

Semejante caudal de inspiración podría ensombrecer al resto del conjunto, algo que no sólo no sucede, sino que se produce el efecto contrario: propulsar el resto del temario hacia diferentes bifurcaciones de este diario personal, menos autobiográfico que sus anteriores obras, pero edificado sobre una extensión de lugares comunes más electrónicos que en sus anteriores pasos.

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Como bien dice su amigo, y gran periodista, David Saavedra, Maril hace rotar su formulación pop a partir de “su nudismo a la hora de afrontar sus canciones y mostrarlas ante el público sin ningún tipo de miedo al ridículo”. En Viravolta va más allá de esta virtud común en toda su obra, articulando un microcosmos donde música y letras nacen dentro de una misma forma, indisoluble. Maril ha dispuesto cada voluta de sonido dentro de un gran mural en el que el hielo sintetizado se transfigura en carne, el frío en calor humano, la voz en un recuerdo en el que poder refugiarse de la hostilidad del mundo exterior.

Por si no había quedado claro, Viravolta no es un disco, es un amigo más a añadir a la pandilla formada por Aquí Vivía Yo (Elefant, 1998) de Le Mans, Un Soplo en el Corazón (Elefant, 1994) de Family y El Naval (Acuarela, 2002) de Mus. Definitivamente, palabras mayores.

 

 



[1] Beatriz: “Entrevistamos a Apenino”, Un Festival por Dentro, 05/04/2015

Fuente: https://festivalxdentro.com/artistas/entrevistas/entrevistamos-apenino/

[2] Becerra, Javier: “Uso el gallego por algo personal, no por unas ayudas, como pasó en su momento”, La Voz de Galicia, 30/01/2015.

Fuente: http://blogs.lavozdegalicia.es/javierbecerra/2015/01/30/apenino-uso-el-gallego-por-algo-personal-no-porque-haya-ayudas-como-paso-en-su-momento/

[3] Maril, Marco: “O galego, unha das mellores herdanzas que me puideron entregar”. Prolingua, 01/’4/2015

Fuente: http://www.prolingua.gal/voces/2015/04/01/o-galego-unha-das-mellores-herdanzas-que-me-puideron-entregar