Rodolfo Valentino. Retrato de un mito.

La muerte de Rodolfo Valentino ocurrida el 23 de agosto de 1926 en Nueva York fue tan inesperada como estremecedora y constituyó el mayor suceso luctuoso de los felices veinte. Conmocionó a gran parte de la población femenina del mundo occidental porque este astro de la pantalla, había conseguido éxitos rutilantes en el cine mudo. Era alto, esbelto, seductor, moreno de cabello engominado, bailarín sensual, atractivo, inestable y manirroto.

Fue un hombre culto de inteligencia superior a la de los actores más famosos de su tiempo. Probablemente no fue práctico ni lo suficientemente listo para aprovecharse de la situación privilegiada de sus últimos años de vida. Reunió en su biblioteca obras en latín, francés, alemán, español, inglés, griego, ruso e italiano. Leyó la mayoría de sus libros y conocía su ubicación gracias a su buena memoria. También solía leer los guiones de sus películas en italiano e inglés para entenderlos mejor. Coleccionaba trajes de distintas nacionalidades, lanzas, espadas y armas blancas junto a estatuas de marfil, plata antigua, jade y ónix.

Rodolfo Valentino se llamaba en realidad Rodolfo Pietro Filiberto Rafaello Guglielmi di Valentino d’Antoguolla. Nació el 6 de mayo de 1895 en Castellaneta, provincia de Taranto (Italia). Su padre, Giovanni Guglielmi, fue capitán de caballería y veterinario. Su madre, Beatrice Barbin di Valentina d’Antoguolla, era de origen francés. La familia Guglielmi  procedía de Martina Franca (Taranto) y poseía algunas tierras que hubieron de abandonar a raíz de la masacre que una banda de malhechores causó en el pueblo en 1850, trasladándose a Castellaneta.

En 1904 la familia se instaló en Taranto donde Rodolfo continuó sus estudios secundarios sin resultados notables. En su cuaderno de notas del año escolar 1904-1905 obtuvo calificaciones muy bajas: 5 en italiano, 2 en francés, 4 en matemáticas, 2 en dibujo y 6 en caligrafía. Rodolfo fue un soñador que tenía la misma imaginación desbordante que su madre con la que le unió una mejor relación que con su padre. Ella murió antes de que su hijo se convirtiera en una estrella del cine, circunstancia que siempre lamentó el actor. Era desobediente y vivaracho. En Taranto hizo sus primeras amistades y a los once años inició su vida sentimental enamorándose de Teodolinda, una niña de su misma edad.

El 24 de marzo de 1906 falleció su padre dejando a la familia en precaria situación económica por lo que Rodolfo ingresó en el Collegio Convitto per gli Orfani dei Sanitari Italiani en Perugia donde vivió tres años. En la escuela le recordaban como un chico introvertido y silencioso apodado «Murciélago»  por sus orejas en punta. Continuaba siendo un deficiente alumno y además le expulsaron por mala conducta. En 1909 quiso ingresar en la Accademia di Marina en Venecia, pero fue rechazado por delgado y miope. Entonces decidió estudiar Técnica Agraria en San Hilario de Nervi en la provincia de Génova y obtuvo un diploma de agente rural. Al cabo de unos meses se marchó de vacaciones a París y quedó fascinado por la cultura y la vida mundana de la capital de Francia. En París estudió baile y cuando regresó a Perugia le dijo a su hermano Alberto: «Italia es demasiado pequeña para mí» y decidió probar fortuna en Estados Unidos. Se embarcó en la motonave «Cleveland» y llegó a Nueva York el 23 de septiembre de 1913 en compañía de otros emigrantes italianos. En los primeros tiempos, Rodolfo Valentino vivió ricamente como un turista hasta que el dinero empezó a escasear. Entonces desempeñó varios oficios: trabajó como jardinero en Long Island y  camarero en Central Park. Su amigo, el músico Domenico Savino, le regaló un elegante «tight» con el que se presentó en Maxim contratado como bailarín de la sala. Maxim era un dancing frecuentado por señoras maduras. Aunque le pagaban poco, las propinas de aquellas damas, rendidas ante la sensualidad de su baile eran generosas y podía vivir desahogadamente. Por aquel entonces, la bailarina Bonnie Glass rompió con su pareja Clifton Webb y conoció a Rodolfo, ofreciéndole un contrato de cincuenta dólares semanales. Después, Valentino bailó con Joan Sawyer durante seis meses. Cuando Italia entró en guerra, intentó alistarse como voluntario en el Ejército, pero de nuevo fue rechazado por miope.

En 1916 fue denunciado por falso testimonio e instigación a la prostitución, siendo arrestado y liberado por falta de pruebas. Cuando ya era una estrella cotizada, la Paramount hizo desaparecer el legajo que contenía el caso para preservar la imagen del actor. En San Francisco se encontró a Norman Kerry que iba a rodar una película con Mary Pickford. Siguiendo sus consejos, Valentino se fue a vivir a Hollywood para intentar trabajar en el cine. Con mucho esfuerzo, consiguió un contrato como comparsa por cinco dólares al día. Según Alexander Walker y otros estudiosos, apareció en películas vestido de chulo italiano, de caballero medieval y de irlandés. Sus primeras apariciones como extra fueron en las películas The Battle of the sexes (1914), My Official Wife (1914), The Foolish Virgin (1916), Seventeen (1917), Alimony (1918). En 1918 obtuvo su primer papel como protagonista en A Society SensationAll right. 1919 fue un año importante para su carrera, porque trabajó en Eyes of Youth, dirigida por Albert Parker. La protagonista era Clara Kimball Young, y Valentino interpretaba el papel de un periodista que en la famosa escena de la taberna expresó «una delicadeza que no tenía ningún actor de este periodo». El mismo año, Valentino conoció a Jean Acker, una de las promesas del cine de Hollywood y contrajo un efímero matrimonio el 5 de noviembre, porque la unión sólo duró un mes.

Había participado en el rodaje de una veintena de películas antes de conseguir en 1921 el papel de Julio Desnoyers, el protagonista de Los cuatro jinetes del Apocalipsis, basada en la novela de Vicente Blasco Ibáñez y dirigida por Rex Ingram. Este filme marcó su entrada oficial en el mundo del cine y se convirtió en un enorme suceso cinematográfico, como ocurrió un año después con Sangre y Arena, del mismo autor en la que interpretó al torero Juan Gallardo.

La guionista June Mathis, después de ver a Valentino en la película Eyes of Youth, le sugirió a la Metro que le contratara. En la escena del tango, otra de las más recordadas de su carrera caracterizada por posturas sensuales, Valentino fue dirigido también por Rex Ingram.  En esta película se destacó por su gestualidad amorosa y por su soltura. Además reveló versatilidad y seguridad en la expresión. Gracias a June Mathis, tuvo otras ocasiones para expresar su talento. Después de Los cuatro jinetes del Apocalipsis, rodó Unchartered Seas, con Alice Lake, película en la que afinó y amplió su técnica de recitación, Camille The conquering Power.

Durante el rodaje de Camille, Valentino conoció a Natascia Rambova que se convirtió en su segunda esposa y fue decisiva en su vida artística. Camille, más que por la interpretación de Valentino, resultó interesante por las escenas en estilo art decó que organizó la propia Natascia y por la interpretación de Alla Nazimova. Valentino trabajó mucho mejor en la película siguiente, The conquering Power, adaptación de la novela Eugenia Grandet, de Honoré de Balzac. Rex Ingram, uno de los mejores directores de cine mudo, dirigió también esta película de 1921 en la que Valentino tuvo la oportunidad de demostrar su talento interpretando el papel de un hombre próximo a morir. Rodolfo y Natascia discutían siempre sobre las elecciones artísticas porque Natascia era ambiciosa y se enfadaba cuando a su marido le ofrecían películas de bajo nivel artístico. Ocho días después de la boda, Valentino fue encarcelado por bigamia por haber violado la ley de California que obligaba a los divorcistas a no casarse antes de un año de la sentencia. La noticia se difundió rápidamente por la prensa y Natascia, enojada, regresó sola a Hollywood. June Mathis pagó la fianza y, tres días después, el galán salió de la cárcel. La pareja se casó un año más tarde.

La decepción por el resultado negativo de The Young Rajahllevó a la ruptura definitiva con la Paramount que, además impidió que Valentino rodara películas con otras productoras. Era la primera vez que Valentino volvía a su casa de Italia. Cuando regresó a Hollywood, rodó Monsieur Beaucaire, A Sainted Devil Cobra. Poco después se separó de Natascia.

Más tarde, el actor se fue de la Metro y protagonizó The Sheik con la Famous Players Lasky, que marcó una pauta decisiva en su carrera , dirigido por George Melford. The Sheikes casi una historieta muda bastante rudimentaria en su desarrollo, pero la interpretación de Valentino contribuyó de forma decisiva a su éxito. El dinero recaudado y el número de espectadores que acudió a ver la película hicieron comprender a los productores qué clase de fenómeno tenían entre las manos. The Sheik marcó definitivamente la imagen de Valentino como latin lover irresistible. Entonces el éxito vino rodado. En los dos primeros años de popularidad, rodó nueve películas. Luego se mantuvo lejos del cine durante otros dos años en los que riñó con las productoras y que corresponden a su gira por Europa junto a Natascia Rambova. Después de aquella pausa, Valentino rodó Monsieur Beaucaire, con bocetos de Natascia. Dirigido por Sidney Olcott, el actor entró hondamente en el personaje, su humorismo fue silencioso y sus movimientos más de bailarín que de actor. Separado de Natascia, rodó sus dos últimas películas: The Eagle yThe Son of the Sheik, dirigidas por Clarence Brown y George Fitzmaurice. En el último periodo de su vida Valentino se relacionó sentimentalmente con la actriz Pola Negri, aunque sus biógrafos dicen que nunca estuvo enamorado de ella. Su desordenada vida sentimental y las deudas le produjeron una úlcera de estómago que no consiguió vencer a pesar de tomar grandes dosis de bicarbonato. Antes del estreno de The Son of the Sheik, Valentino fue ingresado en el Polyclinic Hospital de Nueva York el 15 de agosto de 1926. Fue operado de úlcera gástrica, apendicitis aguda y peritonitis. También se le declaró una pleuresía en el pulmón izquierdo y este cúmulo de enfermedades graves y simultáneas acabaron con su vida en pocos días a los 31 años. Murió diciendo: «No soy más que un campesino extraviado… Fue un error».

La muerte de Rodolfo Valentino provocó una histeria colectiva. Un periódico de la época escribió: «Durante ocho días una sucesión de escenas penosas en las cuales coexistía el dolor histérico con el histrionismo se han desarrollado delante de la casa mortuoria. Una artista inglesa, amiga suya, se ha suicidado de desesperación. Otras muchas mujeres se suicidaron. Imponentes fuerzas de la policía han rodeado la casa del artista. Dos secciones de la policía Montada y 400 guardas protegieron al cortejo fúnebre, mientras decenas de miles de admiradoras, arrodilladas, cantaban al pasar delante de ellas la comitiva fúnebre el himno de las valentinistas, que decía: «Adiós, Valentino/ esta noche, en lo alto del firmamento/ brillará un nuevo lucero».

Los restos de Valentino embalsamados y vestidos tardaron varios días en ser enterrados por falta de dinero. Ninguna de sus admiradoras, ni siquiera Pola Negri, quiso pagar los gastos del entierro. Para el entierro fueron organizadas dos procesiones fúnebres, la primera en Nueva York y la segunda en Hollywood. Rodolfo Valentino está enterrado en el Memorial Cementery de Los Angeles.

En los años sesenta Marcelo Mastroianni encarnó el papel de Rodolfo Valentino en el musical Ciao, Rudyde Garinei y Giovannini, estrenado en Roma. «Era un ragazzo di Castellaneta/venuto dall’Italia/per fare il giardiniere…».

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Este artículo fue publicado con el título “Ciao, Rudy!” en el suplemento Dominical de El Periódico de Cataluña el 26 de agosto de 2001. Su autor es Juan Soto Viñolo