Victòria Gras: La rebelión contra los sistemas establecidos

«Escriure és fer».

Victòria Gras,  Atracciones Gasparino

Mi amistad con Victòria Gras ha supuesto un acontecimiento crucial en mi vida, a nivel personal y literario, de aquellos que se leen en las biografías de los autores. 

Nos habíamos conocido fugazmente en el festival de dramaturgia Primavera Vaca 2012  donde fueron presentadas nuestras obras, Un estiu amb les amigues -incluida en este volumen- y Joana Niemand. Sin embargo, no fue hasta 2014 cuando coincidimos en una tertulia del mismo festival y hablamos de reunirnos en alguna ocasión. Nuestro primer encuentro fue en la librería Laie. Apenas llevábamos unos minutos conversando cuando sentí que Victòria era mi alma gemela. Despotricaba contra todo lo establecido, desde las cuestiones más profundas hasta las más cotidianas. Yo estaba encantada, pues suelo hacer otro tanto, y en una ciudad fachada como Barcelona, repleta de pequeñoburgueses, las criticas no son bienvenidas. Son propias de personas amargadas, dicen algunos. 

Pasaron los años y nos convertimos en mejores amigas. Lo cierto es que apenas noto la diferencia de edad cuando hablamos; Victòria es una mujer avanzada a su época, a esta época. Su personalidad es compleja como sus obras, que están indisolublemente enlazadas con su biografía, tan intensa y a la vez tan ensoñadora. La presencia de los sueños en su dramaturgia es recurrente, no podía ser de otra manera; Victòria Gras vive en ambos planos. Y es que «el genio intuye otro mundo que los demás». Sus ojos verdes delatan una curiosidad felina. Su rostro es diferente. 

MOSSO: Quina cara fan els màgics?

RAMON: Cara de no assemblar-se a ningú.

Su obra es auténtica, reivindicativa, tremendamente nueva. De una profundidad abisal, choca frontalmente con la dejadez que caracteriza las maneras de hacer de hoy día. Más aún, forma parte de ese inmenso caudal creativo que ha sido castrado durante siglos: el arte concebido por mujeres. De ahí que la humanidad ande cojeando, ignorante, porque desconoce la verdad que nosotras observamos.  

A pesar de que buena parte de su obra dramática ha sido publicada, Victòria Gras es una autora desconocida y, prácticamente, irrepresentada. Esto se debe, en primer lugar, a lo corta de miras que es la escena catalana y, en segundo, a la imagen que los medios de comunicación, siempre tan holgazanes en este país, han propagado de la autora. Se ha incidido en su carrera como lingüista y docente, dejando de lado su obra literaria. Aquí converge otro aspecto biográfico fundamental que compartimos. Mi padre, Juan Soto Viñolo, se ha hablado hasta la saciedad de su trabajo como guionista [negro] en el programa radiofónico de Elena Francis, obviando reiteradamente su trabajo como escritor. 

Pelillos a la mar, ya que esta publicación será garantía para que la dramaturgia de Victòria Gras sea conocida, reconocida y estrenada. 

Por cierto, debo confesar que, cuando me llegaron las obras que debía prologar, ¡¡nada más y nada menos que diez obras de tan diversa índole, extensión y temática…!!, caí en la desesperación. No obstante, Victòria me dio la clave: el denominador común de este volumen es la rebelión contra los sistemas establecidos.  

Las diez obras que se compilan aquí pueden dividirse en dos bloques que en ocasiones confluyen, la lucha contra el Capital y contra el Patriarcado. 

La primera obra que se presenta, El crit dins d’una capsa de cartró, aborda el caso real del asesinato y violación de una chiquilla de dos años llamada Maribel, en el barrio sevillano de La Oliva en 1972. La autora supo del crimen por la prensa, cuyos titulares transcribió literalmente y dan comienzo a la obra. Sentía una especial sensibilidad hacia este caso, puesto que su hija pequeña, Oriana, tenía por aquel entonces la misma edad que la víctima «i jo m’identificava amb els pares». 

El texto abre presentando una estampa propia de Semana Santa, reflejo del tenebrismo histórico de la zona, y que apunta al horror del crimen, pues éste se ve perpetrado por unos jóvenes de clase alta como un simple divertimento. La niña es torturada y despedazada por una pandilla de niños de papá que disfruta con la sangre ajena. Una conducta decadente que tiene como origen su propia condición: el dominio sobre otros seres humanos. Un crimen a la altura de la degeneración de un Calígula o un Nerón. 

Este caso le da las herramientas a Victòria para ahondar en los pensamientos y actos de esa clase privilegiada que se sitúa en todo momento por encima de la clase que domina. El uso de los ninots que representan a los jóvenes ricos -permaneciendo en escena durante la totalidad del primer acto- revela la omnipresencia y omnipotencia de esta clase superior frente al resto. 

«(Els criats porten a l’esquena, cap aquí i cap allà, l’efígie dels convidats de DON JOSÉ LUÍS i de TERE, ajaguts en cadires de jardí o en cadires llargues; són ninots de cartró o inflables de plàstic: POLLY amb perruca vermella esventada.»

 És possible que aquests ninots quedin en aquest lloc tot el primer acte per demostrar una presència embafadora.»

Victòria Gras pone de manifiesto un horror que queda libre de castigo gracias a la impunidad de la que disfruta la clase alta, por estar al amparo de las fuerzas vivas. Y que denuncia a través del personaje de Caterina, la sirvienta: 

La vida que s’ha estroncat

aviat no serà ni record.

Mateu doncs!

Només us anticipeu

al pas del temps.

Afortunadamente, no todos entran en el juego sucio, aunque es tan fácil ensuciarse las manos cuando se tiene algo de poder. En EKATERINBURG, el segundo oficial no está dispuesto a violar y a asesinar a las dos jóvenes polacas, cuyos cadáveres serán presentados como los de las hijas de los zares de Rusia. 

OFICIAL 2: (malhumorat). No, amb mi no. Jo no m’hi fico, en aquesta comèdia.

OFICIAL 2: Ni que em matin! Me cago en Déu! Jo d’aquesta carn no en tastaré. Visca la veritable Revolució!

El contraverí, una compilación de cinco piezas históricas, es el antídoto que propone Victòria Gras contra los abusos de poder, ofreciéndonos una perspectiva diferente de unos acontecimientos que quedaron ocultos a través de los siglos y, sobre todo, de sus protagonistas. 

La historia no sólo la escriben los vencedores, sino los hombres. 

«Heroi i mártir de Catalunya» reza el monumento a Josep Moragues de Pla del Palau en Barcelona. Pero ¿qué hay de su esposa que reclamó durante 14 años su cabeza para que pudiera ser sepultada de forma digna, y que pagó por ello como una Antígona? ¿Y qué hay de su hija quien, debido a tan larga espera, vio truncada su vida? 

Mientras Josep Moragues, mártir y héroe de Cataluña, pasa a la historia, su mujer y su hija son enterradas en vida como consecuencia de los actos del héroe y mártir. Es más, su padecimiento queda olvidado por la historia. 

En las obras históricas de Victòria Gras se pone de manifiesto cómo las mujeres acaban pagando siempre los platos rotos, gracias al machismo imperante

Dansa Mortal 

REI: Vull que em duguin els pits bullits de les dones dels provocadors! 

El rostit dels famolencs

NOIA 1: De poc de menjar i de passar angúnies. Se´m va anar eixugant el pit. Quan el menut va ser mort, l’avi de casa em va voler xuclar la llet, fins que m’hi va fer mal, al pit. Ni una gota no en sortia. Deia que no es podia perdre la llet en aquests temps. Jo no ho volia, però m’hi va obligar. 

Santa Joana

JOANA: Arrasaven els camps de blat i de sègol. Deixaven els camins i passaven pel bell mig dels conreus, eixonaven els sembrats a posta! Si entraven als masos buidaven el rebost i omplien la panxa de les dones. A mi no em van tocar. Les veus em varen dir sempre com n’havia de fugir dels mascles, com me n’havia d’amagar.

En esta pieza, Victòria señala su postura rotunda frente a la religión: «És el més  obscurantista que existeix, l’Església. Ja fórem a una altra galàxia si no fos per ells». Juana de Arco se muestra como un pelele del Delfín que ha perdido la cabeza de tanto sermón y misa, misa y sermón, escuchando voces como una esquizofrénica gracias a las artes de la santa madre iglesia, siempre porfiando para castrar el cuerpo de la mujer y su deseo, demonizándolo. 

En efecto, el deseo de la mujer siempre ha sido temido. Su potencia, su insaciabilidad debía ser ocultada, negada, prohibida. De ahí que los hombres aprendieran a estratagemas y ardides en los que hacer caer a jóvenes ingenuas, de esas que andan por los senderos de la vida con el corazón abierto. 

La historia de Un estiu amb les amigues es la historia de un verano en el que nada sale como se esperaba. Aurora viaja a Mallorca acompañada de su amiga Clara y la hija de esta, para encontrarse allí con su amante, Miquel, un hombre casado. No obstante, pasan los días y Miquel no viene, ni tampoco se comunica, a pesar de que la idea del encuentro en la isla había sido suya. No es más que el comienzo de un verano repleto de desencuentros y desilusiones, en los que Miquel aparece tan sólo como una ausencia. 

CLARA: Un estiu sencer que l’havies de veure, en Miquel. Una cambra parada, la dels «convidats», amb les flors que tu o la Viví canviàveu perquè sempre fessin goig quan vingués! El convidat invisible. Que no ha comparegut a les cites ni s’ha excusat de no venir-hi! T’ha fet creure en una il·lusió, que no era res més que això: una “il·lusió”. Una falòrnia! Aquest individu s’ha erigit en mite, i no li ho has de retreure?

Con esta obra reveladora, Victòria Gras se avanza de nuevo a su tiempo, creando un retrato de esta despreciable conducta tan común a día de hoy: el ghosting. Asimismo pone el dedo en la yaga, mostrando la dependencia de las mujeres heterosexuales hacia los hombres, ya sea por motivos románticos o por temas económicos. Victòria Gras, la amazona. Tira a matar con la pluma. 

LENE: Ja ho has sentit. No acabes de desfer-te de les teves històries amb els homes! Et sembla que només ells et poden resoldre la vida. Amb en Gaspar per la caritat miserable que et passa cada mes –perquè no veus altres possibilitats. I amb el pintor… no t’ho he dit tot encara. Hi ha una cosa molt tèrbola al fons de la teva amistat amb el pintor. […] No vols deixar de prendre part en la seva vida «sentimental» si ja no hi ets com a personatge central –com quan tot era idíl•lic per aquests camps i per aquest jardí– i hi vols continuar sent a través de les dones que li fiques al llit! Que tu mateixa les hi fiques!

¿Por qué caemos las mujeres una y otra vez en la trampa, en sus redes? ¿Por qué nos doblegamos? ¿Por qué cedemos cuando ellos no lo hacen? Muy simple: Los hombres, en su dominio histórico, han construido una imagen de las mujeres que se ha prolongado a través del ámbito del arte y la cultura, así como de la religión. De ese modo es cómo se forja el imaginario colectivo, los pensamientos de las personas, las maneras de ver el mundo. Por eso, en la actualidad siguen cerrándonos sus puertas en las narices. 

El hombre, en su domino histórico, y esto no es una errata, lo reitero para que quede claro, 

ha constituido su propia y conveniente imagen de las mujeres como la verdadera. Y nosotras hemos tenido que tragar. No sólo eso, nos la hemos creído. 

Hasta Medea 2000. 

Ella se ha cansado. ¿Las mujeres debemos fascinar a los hombres? ¿Tenemos que estar siempre atractivas, de buen humor, jóvenes y esbeltas, resplandecientes y misteriosas? Si no, recibiremos nuestro merecido: el abandono. 

En la primera versión de Medea que presenta Gras, Jasón le suplica a su esposa que lo embruje como solía hacer. Ella, sin embargo, está desganada, quiere ser una mujer de carne y hueso, con mal aliento al amanecer y canas en sus cabellos. Quiere la verdad. Jasón se resiste. Quiere a la hechicera. 

JASÓN:  Prou conversa i encanta’m!

MEDEA: No faré veure més que fujo. Prou de jugar a acuit i amagar!

JÀSON: Tornaràs, Medea, eh? Estàs jugant o ho fas de debò?

Jasón no lo entiende, cree que la mujer sigue jugando según sus propias reglas, las del patriarcado. Ahora bien, Medea 2000 ya está en otro lugar, tiene la mirada puesta en horizontes más amplios y profundos, y nietzscheanos…  

**

Victòria Gras

La última obra de este volumen comienza presentando el conflicto ya en su primera línea:  

ÀVIA: Sí, fills! S’han acabat les «Atracciones Gasparino». Ni els dissabtes a la tarda, ni el diumenge al matí. 

Uno de los pocos espacios recreativos para niños de Barcelona, perdón, de Cel•lofona, va a ser destruido y convertido en edificios de viviendas. Otro ejemplo de la especulación inmobiliaria que asfixia a la ciudadanía y enriquece a unos pocos, a los de siempre. Barcelona fue siempre un caso ejemplar a este respecto, desde que el plan Cerdà, pensado con miras a las personas y su bienestar, fue mutilado en aras del capital. 

Atracciones Gasparino es una obra completamente social, que reivindica los espacios públicos para la ciudadanía y, en concreto, para los niños. Los parques y jardines, los espacios recreativos para aquellos zagales que no tienen jardín en casa, como sí lo tienen los niños ricos. 

La  obra de Victòria Gras es un reflejo de la lucha constante por la dignidad, la libertad y los derechos sociales, que la mayoría de veces no son vistos como interés general por parte de los poderes. 

Senyor Joan: En aquests papers. (A la distància que el guàrdia li fa mantenir, li ensenya una carpeta que conté papers). Veurà tots els avantatges que tenen les “Atracciones Gasparino”perquè les declarin d’interès públic.

Regidor: No en tenen cap interès per a la ciutat! Cap ni un.

Senyor Joan: No dóna cap valor al fet que els nens es quedin sense els cavallets? Sense els autos de xoc…?

Àvia: I sense l’espai per saltar, i els taulells de pescar aneguets… I sense el jardí del darrere, amb els arbres…?

Ramon  i Mosso: I nosaltres sense la feina que hi tenim.

La genialidad de esta obra radica en que está escrita directamente para los niños. Aquí demuestra Gras que la crítica social, política y económica puede hacerse a través de la vía de la ternura y la humanidad, hablando el lenguaje de las criaturas, tal y como hicieron los neorrealistas italianos. 

Cuando los niños visitan al regidor del Ayuntamiento con sus abuelos, les llevan un ramo de flores. Esta delicadeza de pensamiento y de emociones es muy propia de la autora. Victòria Gras compuso incluso una canción que rememora a la de Milagro en Milán de Vittorio de Sica: 

Dalt del Cavallet aniré molt lluny

a un país bonic, amb els meus amics.

Com que roda i roda, després tornaré.

No voleu pujar-hi, senyor conseller?

Las luchas que revindica Victòria Gras quizá son consideradas por algunos como algo de otro tiempo, anacrónicas, incluso innecesarias. Sin embargo, en un momento de la historia en el que el «usar y tirar» ya ha traspasado la barrera de los productos y se ha incorporado a las relaciones humanas, ¿no deberíamos virar hacia otros lugares más humanos, más mágicos? ¿No sería maravilloso?

Quantes nits somnio l’avió del parc,

els autos que xoquen, els cohets tan alts…

No tinc jardí a casa; perxò jugo al parc,

deixeu-me que hi jugui, fins que em faré gran.

Carmen Viñolo

Calasparra, 27 de junio de 2021

** Prólogo del segundo volumen de las obras dramáticas completas de Victòria Gras, de momento inédito, esperando su publicación por parte del Instituto del Teatre **

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