«La hipoteca de nuestra» vida desembarca en el Instituto de Cheste

«CRISTINA.- Esta tarde tengo que volver al súper para comprar lo que falta.

Se come tanto en Navidad, apetece tanto ponerse las botas.

Por cierto, que mamá me sugirió traer un pobre a cenar en Nochebuena. ¿Qué te parece?

ÓSCAR.- ¿Un pobre? ¿Dices un pobre? Para pobre yo, Óscar López.

Un rico es lo que nos hace falta, un rico que nos ayude a llegar a fin de mes».

La hipoteca de nuestra vida.

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Resulta harto difícil estimar cuándo empezaron a gestarse algunas cosas. Sobre todo al haber transcurrido tanto tiempo. Lo cierto es que no sé exactamente cuándo empecé a darle vueltas al hecho de escribir una obra de teatro sobre el tema de las hipotecas, el consumismo desbordado y la crisis que acabaría por arrollarnos. Afortunadamente, he conseguido localizar algunos emails.

En verano de 2005, le dije a mi padre, Juan Soto Viñolo, lo siguiente: «Deberías escribir una obra teatral sobre esta locura de las hipotecas«. No me hizo ni caso.

Un año después, mis padres me visitaron en Viena (Austria), donde yo vivía. Aproveché la ocasión para proponerle de nuevo a mi padre la idea de la obra. Pero esta vez quería que la escribiésemos juntos. Lo que el año anterior era sólo una idea, había entonces tomado forma. Le planteé la historia, el contexto, los personajes. Y él aceptó inmediatamente. Al parecer, había olvidado mi sugerencia del año anterior por completo.

Meses más tarde, me escribía lo siguiente:

De: juan soto (xxx@xxxx.com)
Enviado: martes, 24 de octubre de 2006 05:43:24 p.m.
Para: xxxx@xxxx.com

«Hola, Carmen: ¿Cómo llevas el asunto molar? ¿Has ido al dentista, te han hecho algo? Me interesa saber cómo te encuentras y cómo llevas los estudios y el trabajo en Viena. Hoy, en Calafell, sol y a 25 grados al mediodía con gente en la playa en traje de baño. Aunque estoy resfriado ¿o será la alergia? a mí me va bien que haga tan buen tiempo ¿y a quien no? No tengo ninguna novedad de momento para contarte, estoy en un «impasse» creativo, aunque no olvido el argumento de la hipoteca, para el que voy recopilando datos y pensando. Ya sabes, de pronto, me pondré a escribir, pero de momento estoy haciendo el ganso y zapping. Dinos cómo te encuentras para nuestra tranquilidad.

Recibe un abrazo muy fuerte de tus padres El Dúo Dinámico».

Sin embargo, no fue hasta 2008, cuando nos pusimos a la labor. Por aquel entonces yo había acabado ¡por fin! mis estudios universitarios, que me habían llevado la friolera de trece años. De modo que me tomé unas largas vacaciones, me vine a la costa, y mi padre y yo comenzamos a pensar la obra. En un par de meses, tras largos paseos por la playa ya lo teníamos. Y de ahí a escribir «TELÓN», fue un suspiro y una pila de carcajadas.

Hipoteca I

Según un correo electrónico que mi padre envió a Marta Albasanz el 7 de octubre de 2008, habíamos terminado de escribir la pieza el 3 de octubre de ese mismo año. Una semana después, irrumpió la crisis económica en España.

Email a Marta Albasanz Hipoteca

Nunca recibimos respuesta. Ni de la señora Albasanz, ni de otros muchos –decenas-, a quienes enviamos nuestra obra, nuestra Hipoteca. Primero, a concursos literarios, luego a los teatros, después a las compañías. Todos ellos reaccionaron de la misma manera: sin decir ni mu.

Juan Soto Viñolo y una servidora nos lanzamos al teatro con el entusiasmo y la inocencia de dos zagales. Habíamos escrito una obra de teatro que cada año se hacía más cruda, más real. Pero nadie quería representarla. ¿Por qué al teatro español no le interesa(ba) abordar una obra sobre la crisis? Durante años esta pregunta estuvo persiguiéndome día y noche, torturándome. Hasta que al final lo vi claro: La hipoteca de nuestra vida era una obra avanzada a su tiempo. Y, de ahí, que la gente de teatro, en su mayoría, no llegase a comprenderla. Hacía falta, por el contrario, que alguien, aunque fuera sólo una persona, se diese cuenta del valor de la obra. Y le otorgase el reconocimiento que merecía.

El 11 de octubre de 2015 recibí una comunicación del profesor de Educación Secundaria, Antonio Espejo:

«Por otra parte, he tenido tiempo de preparar una actividad que tiene que ver con mi trabajo y contigo misma. Dentro de las actividades que ofrece la subdirección general del Libro del ministerio, existe un programa denominado «Encuentros literarios». En el Departamento al que pertenezco, hemos decidido que este año sea la insigne escritora Carmen Lloret la invitada, en los términos que ahora te comento.

Se trataría de dar a un grupo del alumnado del centro una charla, con el consiguiente coloquio. En nuestro caso, la cuestión es bien fácil, ya que mis pupilos de 4º de ESO este curso deben leer La hipoteca de nuestra vida como lectura obligatoria».

Al leer estas palabras, se me cayeron literalmente las lágrimas. Ni en un millón de años, Juan Soto Viñolo o yo habríamos imaginado que esta obra acabaría en las aulas de un instituto. Y menos aún, estando nosotros en vida.

HIPOTECA

Cuando publicamos La hipoteca en Ñaque Editorial hace dos años, dedicamos la obra a todas aquellas personas del mundillo de las artes escénicas que durante tanto tiempo nos habían ignorado. Ahora, se la dedicamos a un amante del verdadero teatro, del teatro del alma y de la vida, Antonio Espejo, esa lumbrera que supo ver más allá.

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El próximo miércoles 18 de mayo visitaré el Instituto de Educación Secundaria de Cheste para impartir una conferencia al alumnado de 4º de ESO que, durante el curso 2015-16, ha estado estudiando La hipoteca de nuestra vida.

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2 comentarios en ««La hipoteca de nuestra» vida desembarca en el Instituto de Cheste»

    1. Muchas gracias, Alberto. Juan y yo todavía no nos lo creemos. Que nuestra obra haya sido seleccionada como lectura obligatoria es algo surrealista, lo más alto que puede alcanzar un escritor. Estamos muy contentos y agradecidos al centro y al profesor Espejo por el reconocmiento.

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